"Lo sucedido hoy en las relaciones entre Bolivia y Cuba se corresponde exactamente con las orientaciones que desde Estados Unidos se vienen dando de aislar cada vez más al gobierno cubano", dijo Daza.
Según la representante de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC, movimiento surgido tras la desmovilización de la guerrilla), la decisión del gobierno boliviano obedece a que Cuba "ha dicho una verdad de facto, y es que en Bolivia hubo un golpe de Estado y hay un gobierno ilegítimo".

La política colombiana también señaló que, si Bolivia suspendió relaciones con Cuba, también deberá hacerlos con otros países, particularmente de Europa, ya que, advirtió, "serán pocos los que se atrevan a reconocer el gobierno ilegítimo de Áñez".
Por último, se mostró confiada en que la administración de Áñez "no va a ser duradera y sí más bien temporal", por lo que "pronto volverá el orden y la legitimidad a Bolivia y se restablecerán las relaciones con Cuba".
El pasado 10 de noviembre el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) anunció que renunciaba a su cargo luego de tres semanas de manifestaciones cívicas y políticas contra su reelección, ante lo cual, dos días después, Áñez —quien ocupaba el cargo de segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores de Bolivia— se proclamó como presidenta del país.
El Gobierno de Jeanine Áñez "ha tomado la decisión de, a partir de la fecha, suspender las relaciones diplomáticas con la República de Cuba; esta determinación obedece a las recientes inadmisibles declaraciones del canciller cubano, Bruno Rodríguez, y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno constitucional boliviano y su proceso democrático", dijo el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, en funciones de canciller.
La decisión, que implica la paralización de todos los convenios entre ambos países según Núñez, fue anunciada al día siguiente de que el canciller de Cuba calificara a la presidenta Áñez como ilegal y "autoproclamada".