"Alexandr está en el hospital Hotel Dieu ubicado en París, según me lo dijo mi colega francesa, mientras las autoridades griegas lo están ocultando y fingen no saber nada; a ella no le dejaron velo", escribió Konstantopoulou en su cuenta de Facebook.
Agregó que a Vínnik "le intentarán interrogar esta noche" a pesar de que el hombre "está agotado, sin comunicación e información".
"Si esto no es una violación completa del Estado de derecho, entonces ¿qué es?", expresó Konstantopoulou.
Por su parte, la misión diplomática de Rusia en Francia "está en contacto permanente con abogados de Vínnik", dijo a Sputnik una fuente en esta embajada.
Más tarde, Konstantopoulou comunicó a través de su página en Facebook que su cliente, exhausto por falta de sueño y una huelga de hambre de 35 días, era interrogado contra su voluntad por las autoridades francesas.
"No le otorgan un aplazamiento, no le permiten que se ponga en contacto conmigo", afirmó la abogada.
Calificó lo sucedido con su cliente como un secuestro, al explicar que el ciudadano ruso no tenía ni idea adónde le llevaban desde el hospital griego, ya que nadie le dijo nada.
Según lo que le contó Vínnik a la colega francesa de Konstantopoulou, en el aeropuerto griego "no hubo fiscal ni intérprete", solo agentes de policía francesa que no le explicaron nada.
El tribunal rechazó la denuncia de la defensa de Vínnik contra la decisión del Ministerio de Justicia de extraditarlo a Francia y Estados Unidos.
El ciudadano ruso fue detenido en Grecia en julio de 2017 a solicitud de Estados Unidos; Rusia y Francia también solicitaron su extradición.
En EEUU Vínnik se enfrenta a 21 cargos por ciberfraude, negocios financieros ilícitos y lavado de dinero.
La estancia prolongada en prisión de Vínnik infringía la Constitución de Grecia, que prohíbe la prisión preventiva durante más de año y medio.