Durante la reunión del organismo internacional, Grigóriev informó que los representantes de la ONG visitaron la localidad y entrevistaron a más de 300 de vecinos, entre ellos los pacientes del hospital local y los residentes del edificio donde fueron encontrados los restos de las víctimas del presunto ataque.
Otra prueba presentada por Rusia fue un mensaje de vídeo del exinspector de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Ian Henderson, en el que aseguró que las conclusiones en el informe final acerca del ataque "eran contradictorias o completamente opuestas a lo que el grupo descubrió durante y después del viaje a Duma".
"En el momento de la publicación del informe en julio del 2018, ya teníamos serias dudas de que tal ataque químico ocurriera", subrayó.
Ataque químico en Duma
El 1 de marzo de 2019, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicaspublicó un informe de investigación sobre el incidente de Duma del 7 de abril de 2018. En el documento se afirma, entre otras cosas, que en el ataque químico se utilizó un producto químico tóxico —probablemente cloro— y que los cilindros fueron descargados desde el aire. Esto permitió a algunos países occidentales acusar a la aviación siria del ataque.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó el propósito del lanzamiento de sustancias venenosas por parte de las tropas sirias como un deseo de ahuyentar a los terroristas y justificar posibles ataques desde el exterior.