"Recibimos la carta, ahora la remitimos al Alto Comisionado de Derechos Humanos para cualquier acción ulterior", señaló Haq.
Ante las amenazas de persecución penal por parte de las autoridades de Estonia en virtud de un artículo que prevé hasta cinco años de prisión, los empleados de Sputnik Estonia se vieron obligados a discontinuar sus contratos laborales a partir del próximo 1 de enero.
La labor de la redacción quedó suspendida aunque la web de Sputnik Estonia seguirá funcionando.
Simonián se ha dirigido, entre otros, al secretario general de la ONU, António Guterres, a quien llamó a "prestar su atención personal a las medidas discriminatorias" contra Sputnik Estonia y evaluar "como corresponde este caso sin precedentes de violación de la libertad de expresión".
Además, Simonián instó a Guterres a exigir que las autoridades estonias "rindan cuentas sobre la observancia por su parte de las normas de la ONU que afirman respetar".
Rossiya Segodnya informó previamente que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas de la Policía y la Guardia de Fronteras del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejaban de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Por su parte, el representante de la OSCE para la libertad de prensa, Harlem Désir, destacó que Sputnik no se encuentra en la lista de empresas rusas sancionadas por el bloque comunitario e instó a las autoridades estonias a que se abstengan de imponer restricciones innecesarias en el trabajo de los periodistas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo", y la Cancillería rusa catalogó lo ocurrido de "persecución inaceptable".
La jefa del Senado ruso, Valentina Matvienko, prometió una respuesta "adecuada y severa" a las acciones de Tallin.