"Con nuestra presencia aquí queremos decirle al mundo que seguimos dentro, que Estados Unidos siguen dentro", dijo Pelosi en una comparecencia de prensa en Madrid.
La presidenta de la Cámara de Representantes, una de las más destacadas opositoras a Trump, se encuentra en la capital española junto a una quincena de miembros demócratas del Congreso y el Senado estadounidense para participar en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25).
No obstante, Pelosi negó que sus intenciones sean confrontar las decisiones de la diplomacia estadounidense.
De hecho, la representante del Partido Demócrata eludió en varias ocasiones invitaciones de la prensa a valorar las actitudes negacionistas de Donald Trump sobre el cambio climático, algo que justificó alegando que no le gusta hablar mal del presidente de su país cuando se encuentra de visita en el extranjero.
En su comparecencia ante la prensa, Pelosi afirmó que, a su modo de ver, el mundo tiene la obligación "moral" de ofrecer una respuesta al cambio climático.
"Si tú crees, como yo lo hago, que este planeta es una creación de Dios, entonces tenemos una responsabilidad de trabajar para que las próximas generaciones puedan heredarlo", afirmó.
Asimismo, Pelosi destacó que la cuestión climática también debe ser abordada porque puede generar "problemas de seguridad nacional" a Estados Unidos.
El grupo de congresistas que lidera Pelosi no representa en la cumbre a Estados Unidos, que decidió enviar al evento a una delegación de carácter técnico, compuesta principalmente por funcionarios de poca relevancia mediática.
En un comunicado emitido el 30 de noviembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos recordó que abandonará el Acuerdo de París en noviembre, pero justificó su presencia en la cumbre y en futuros foros multinacionales sobre el clima para defender sus intereses nacionales ante el resto de países.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, no mencionó a EEUU en su discurso inaugural de la cumbre, aunque sí dedicó una parte de la intervención para criticar la inacción por parte de "grandes economías" que se encuentran entre los principales emisores de gases de efectos invernadero.
No obstante, la cumbre llega en un momento de efervescencia del movimiento ecologista a nivel global, lo que ofrece a los líderes políticos un marco propicio para empezar a diseñar las líneas maestras de la acción multilateral para responder a la emergencia climática en años venideros.