"Es un caso que tiene que ser investigado con neutralidad, dedicación y sin politización, esa cuestión de involucrar el nombre del presidente para mí es un total disparate, una cosa que no tiene ningún sentido", dijo el ministro en una entrevista con la radio CBN.
En las últimas semanas, la prensa local divulgó informaciones sobre la supuesta relación de la familia Bolsonaro con los asesinos de la concejala, Ronnie Lessa y Elcio de Queiroz.
El audio en que constaba esa conversación (del 14 de marzo de 2018, el día del asesinato) probaría una conexión entre el presidente y el crimen, pero ese día Bolsonaro estaba en Brasilia, y además, recientemente el portero confesó que citó a Bolsonaro por equivocación, sintiéndose presionado.
Para el ministro Moro, hay "un intento de politizar las investigaciones", que desde el principio están siendo comandadas por la Policía Civil de Río de Janeiro.
Pidió que el caso pase a la Policía Federal, que depende precisamente de su ministerio, algo a lo que los familiares de la concejala se muestran contrarios, porque temen que Moro ejerza influencia para zanjar las líneas de investigación sobre los posibles vínculos de Bolsonaro con el crimen.
Franco pertenecía al izquierdista Partido Socialismo y Libertad y destacó por su defensa de las minorías, del colectivo LGTB, las mujeres, los vecinos de las favelas y por su lucha contra la violencia y los abusos policiales.
Fue asesinada de varios tiros en la cabeza en el centro de Río, junto a Anderson Gomes, el conductor del vehículo en el que viajaba; el crimen provocó una fuerte conmoción en el país y aunque los asesinos fueron detenidos, a día de hoy aún no se sabe quién mandó matar a Franco y por qué.