Lo que no se logró en cinco meses, se logró en un día. Ese es el secreto del éxito de la primera coalición de Gobierno en la historia de España, y que promete ser histórica. Algo de agua corrió bajo lo que quedaba del puente roto por no haber formado Gobierno tras el adelanto electoral del otoño pasado.
Sólo unas muestras para constatar los niveles de alejamiento que habían alcanzado ambas facciones hace menos de cuatro meses. En una entrevista concedida a la cadena de televisión La Sexta el pasado 18 de julio, Sánchez pronunció: "Efectivamente, (Iglesias) es el principal escollo para un Gobierno de coalición y es que no se dan las condiciones para que Iglesias sea miembro de ese Gobierno".
Entonces, el 19 de septiembre llegó la que más comezón causó en filas moradas. Dijo Sánchez en La Sexta: "Si hubiera aceptado como ministros a personas del entorno de Pablo Iglesias sin experiencia de gestión, "no dormiría tranquilo ni tampoco el 95 por ciento de los ciudadanos, entre ellos votantes de Podemos".
Y la respuesta a esta frase no llegó sino hasta el mismísimo día de las elecciones cuando ya se conocían los resultados: "Se duerme peor con más de 50 diputados de la extrema derecha que con ministros de Podemos", lanzó Iglesias a Sánchez.
Sánchez e Iglesias se tiraron flores. "El proyecto político es tan ilusionante que supera cualquier tipo de desencuentro que hayamos podido tener durante los últimos meses", soltó el socialista, quien a cambio recibió de su novel partenaire en este baile que podría empezar antes de Navidad: "Es tiempo de dejar atrás cualquier reproche".
Las cuentas claras conservan la amistad
Total, que la participación de Unidas Podemos en el Gobierno salió a pedir de boca de Iglesias: será proporcional al número de escaños que aporta. La traducción en números es muy fácil. El PSOE cuenta con 120 escaños y los de Iglesias 35, por lo que el peso específico de los morados ronda el 25%.
Esto implica que en la futura Administración, uno de cada cuatro ministros serán de Unidas Podemos, "Tres o cuatro" es el cálculo que sacan. Y de postre, Pablo Iglesias será vicepresidente. En el medio de todo esto, juegan todas sus fichas a que las formaciones con menos escaños se arrimen al fogón de esta coalición y colaboren con su granito de arena, es decir, con sus votos, para que este proyecto ilusionante no muera en la orilla, ni dependa de votos en contra, abstenciones, o de formaciones independentistas.
Perspectivas de la coalición
Sergio Fernández Riquelme, Historiador y Doctor en Sociología y Política social, y profesor de la Universidad de Murcia, ha coincidió en que la formación de esta coalición es histórica. "Va a entrar al Gobierno un partido más a la izquierda que la tradicional social democracia".
El independentismo catalán, junto con la economía y la política internacional, son "los temas que van a marcar el rumbo de esta coalición y van a determinar en última instancia si nos encontramos ante una experiencia histórica, pero muy corta, o algo trascendental que cambie a España en los próximos años", concluye el profesor Sergio Fernández Riquelme.