"Nunca ha estado ausente Estados Unidos, la lógica de injerencia e intromisión ha sido hasta en la propia candidatura de (Carlos) Mesa", dijo a esta agencia quien ocupó el cargo similar a un ministerio del Interior, desde enero del 2015 hasta mayo del 2018.
Asimismo, se mostró expectante por "lo que pase en las próximas horas con Estados Unidos, cuál será su posicionamiento cuando lo que queda de la asamblea elija a una presidenta del partido de oposición al frente de la presidencia de Bolivia, imagino va a ser la de reconocer a ese gobierno", en alusión a la senadora opositora Jeanine Áñez, quien estaba cerca de ser designada presidenta interina.
La Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento) tiene previsto sesionar este martes 12, si lo permite la mayoría controlada por el partido de Morales, para conocer oficialmente la renuncia presidencial y tratar de designar a Áñez.
El dirigente pronosticó que "los próximos meses van a ser el establecimiento de un régimen que va a nacer de facto y va a consolidar un gobierno de facto con elecciones donde seguramente van a intentar proscribir la participación del partido político más importante y más grande de la historia de Bolivia que es el MAS".
Amenazas
Durante la conversación de Sputnik, Siles no quiso precisar desde dónde habló, aunque aseguró estar en Bolivia.
"Tenemos amenazas de muerte de sectores principalmente radicales del Comité Cívico de Santa Cruz (este), de grupos que forman parte de la conducción de (Luis Fernando) Camacho, quien dijo que tomaría como ejemplo lo que hacía el traficante colombiano Pablo Escobar de anotar en una libreta a los enemigos y traidores de Santa Cruz y me coloca en esa lista; a partir de ello recibí hostigamientos y amenazas de personas del ala radical de Camacho", afirmó el exministro.
Luis Fernando Camacho es presidente del Comité pro Santa Cruz, abogado y empresario de una de las zonas más ricas de Bolivia, que provee, entre otras cosas, el 70% del alimento consumido en el mercado interno.
Según el exministro, Camacho "es un empresario que ocupa cargos en sectores empresariales y del comité cívico hace mucho tiempo y formó parte de la unión juvenil cruceñista que es un grupo de choque".
Asimismo, relató que una de las empresas de Camacho, Sergas, tenía la concesión para las conexiones de gas domiciliario; un monopolio que cobraba entre 1.000 y 1.500 dólares la conexión y que se terminó una vez que Evo Morales nacionalizó el servicio.
"Está claro que junto a otros empresarios, una minoría en Santa Cruz, han financiado toda esta asonada de violencia que fue creciendo; todas las convocatorias que ha hecho Camacho han terminado en violencia y enfrentamientos, han incendiado dos veces el órgano electoral", recordó.
Es Camacho el responsable de una campaña de difamación al expresidente Morales, según Siles, que incluye las denuncias de fraude electoral del pasado 20 de octubre y el inicio del golpe de Estado, consumado con el repliegue de la policía y las Fuerzas Armadas.
"Camacho dijo que querían la renuncia de Evo Morales, (el vicepresidente) Alvaro García Linera, la senadora Salvatierra y el presidente de la cámara de Diputados Víctor Borda y ese pedido vino acompañado de la policía, las Fuerzas Armadas, la quema de casas y amenazas permanentes que llegan hasta a mí", respondió el exministro al ser consultado sobre la fallida cadena de mandos tras la renuncia de Morales.
Morales partió al exilio en México luego de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le otorgó asilo diplomático por razones humanitarias y porque su vida podría correr peligro en Bolivia.