El Alto, ciudad que se encuentra arriba de La Paz, es uno de los principales territorios de apoyo al proceso de cambio encabezado por el presidente Evo Morales. Allí vive una población de mayoría indígena, en particular Aymara, con fuertes niveles de organización como, por ejemplo, a través de las Juntas Vecinales.
El acto se dio en el contexto de desconocimiento de los resultados electorales del pasado 20 de octubre donde Evo Morales ganó con más de 10% de diferencia sobre el segundo candidato, Carlos Mesa, que no reconoce los números que fueron dados por el Tribunal Supremo Electoral.
Mesa es un hombre fuertemente recordado en El Alto: durante el Gobierno del cual era vicepresidente —el presidente era entonces Gonzalo Sánchez de Lozada— ocurrió la masacre de El Alto donde fueron asesinadas más de 60 personas en una protesta por el gas.
"La justicia tiene que ser para todos, estamos aquí para hacer respetar la justicia", dijo Rodolfo Mansilla, presidente de las Juntas Vecinales de El Alto, recordando los muertos bajo la represión del Gobierno de Sánchez de Lozada y Mesa.
¿Qué plantea exactamente la derecha? Evo Morales realizó esa pregunta desde el escenario, calificando a quienes se movilizan contra el resultado electoral de "pequeños grupos", donde "unos dicen fuera Evo, otros dicen nuevas elecciones", así como algunos piden una segunda vuelta. "Tienen que entender que Evo ganó en primera vuelta con más del 10% de diferencia", afirmó.
El presidente se refirió a las inconsistencias de las denuncias de fraude: "Que traigan pruebas, ¿dónde está el fraude?, vayamos a una auditoria, voto por voto, mesa por mesa, no tengo miedo, revisen".
"Vayan a defender la democracia, la Casa Grande del Pueblo —nombre de la sede de Gobierno—, nuestro proceso de cambio, pacíficamente vayan a defender", dijo Evo Morales. Agregó una advertencia: "no debemos caer en las provocaciones de ellos, quieren buscar muertos para echarnos la culpa, para conmocionar el país".
Mientras Morales terminaba su discurso, la derecha movilizada en La Paz había finalizado su concentración en lo que han llamado los Cabildos. Allí estuvo presente Mesa, quien afirmó ante los presentes: "o me voy preso o me voy a la presidencia", en una ratificación de que continuará sin reconocer los resultados y llamando a mantenerse movilizados en las calles.
La presencia de la oposición movilizada mostró una mayor capacidad de convocatoria en el Cabildo que durante el resto de la jornada. La estrategia de la derecha de aumentar la presión en las calles no ha dado resultado en La Paz, donde quienes se movilizan no logran abarcar mayores zonas de la capital, así como tampoco crecer en cantidad.
En ese contexto se espera que los próximos días continúen con niveles de tensión. El Gobierno, los movimientos que defienden y son parte del proceso, estarán en las calles para defender la victoria de Evo Morales. La derecha hará lo mismo para intentar crear un escenario de desestabilización. La pulseada está en desarrollo.