Una presentadora de la cadena Sky News Arabia informó con anterioridad sobre la dimisión del primer ministro libanés antes del anuncio oficial, pero en seguida retractó la noticia.
"Me dirijo al palacio Baabda para presentar solicitud de dimisión del Gobierno ante el presidente Michel Aoun para cumplir la voluntad de numerosos libaneses", dijo Hariri en un discurso televisivo, transmitido por la cadena Al Mayadeen.
Señaló que "la cuestión sobre mi dimisión está en manos del presidente".
Una presentadora de la cadena Sky News Arabia informó sobre la dimisión del primer ministro libanés antes del anuncio oficial, pero enseguida se retractó.
"De acuerdo con la Constitución, y en relación con la confrontación interna que está viviendo el país, así como mi convicción sobre la necesidad de una tendencia positiva y la formación de un nuevo Gobierno capaz de asumir los desafíos y proteger los intereses de los libaneses, estoy presentando la petición de dimisión de mi Gobierno", dice el texto, distribuido por la oficina de prensa presidencial.
Cientos de miles de libaneses se han manifestado en diversas ciudades del país durante trece días consecutivos en las protestas más importantes que se han producido en los últimos años en el Líbano, un país que sufrió una guerra civil de quince años (1975-1990).
Hariri anunció el 21 de octubre la adopción de una serie de reformas económicas, hasta ahora bloqueadas por las divisiones dentro de la coalición gubernamental, mientras miles de manifestantes seguían pidiendo "la caída del régimen".
El primer ministro también anunció un recorte del 50% en los salarios del presidente y los ex-presidentes, ministros y parlamentarios, así como nuevos impuestos a los bancos.
También eliminó el Ministerio de Información y otros organismos que consideró "no necesarios" y que se llevan una parte del presupuesto estatal.
Hariri aseguró que se elaborarían nuevas leyes antes de final de año para "recuperar los fondos saqueados del Líbano" y establecer una autoridad que luche contra la corrupción, entre otras medidas.
El jefe del Gobierno libanés indicó que apoyaba la petición de los manifestantes de que se celebren elecciones anticipadas.
"Se escucha su voz, y si exigen comicios anticipados (...) Yo, Saad Hariri, estoy personalmente con vosotros", declaró.
La comparecencia de Hariri se retransmitió en directo en el centro de Beirut, ante miles de manifestantes que seguían gritando "¡Revolución, revolución!" y "la gente quiere la caída del régimen".
Hariri se dirigió a los manifestantes señalando que la decisión gubernamental sobre las reformas "no se han tomado para pediros que dejéis de manifestaros o expresar vuestro enfado".
"Vosotros sois la brújula, sois los que habéis hecho moverse al Consejo de Ministros", señaló el primer ministro, que elogió al movimiento de protesta por "haber roto todas las barreras, haber movido a todos los partidos y líderes".
Las protestas han logrado, finalmente, su dimisión.
¿Y ahora qué?
El presidente del Centro de Investigaciones Estratégicas 'Rusia y el mundo Islámico', Shamil Sultánov, explicó que la renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri no provocará una guerra civil en el país, el político será reemplazado por otro funcionario dentro de dos o tres semanas.
"No habrá una guerra civil ya que Hizbulá tiene una posición fuerte en el Líbano, el Ejército también cuenta con cierto apoyo, (...) por lo tanto, se hallará a una persona que reemplace Hariri como primer ministro", dijo el experto.
"Dentro de varios meses se olvidarán de Hariri, la historia de la familia Hariri terminará en eso", aseguró el politólogo.
El experto criticó la iniciativa del primer ministro libanés, a quien acusó de cobardía y de haberse dejado influir "al mismo tiempo por Hizbulá, por Arabia Saudí y por los Emiratos Árabes".
"O estás con Hizbulá, o te debes preparar para una guerra y movilizas a tu gente", subrayó.
Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, afirmó que la dimisión de Hariri solo agravará la crisis en el país.
El canciller señaló que París sigue convencido de que la estabilidad en el país "está condicionada por el deseo de las autoridades de escuchar la voz y las demandas del pueblo".
Asimismo destacó la necesidad de esforzarse al máximo para "impulsar a las autoridades libanesas a hacer todo lo posible para garantizar la estabilidad de las instituciones [estatales] y la integridad del Líbano".