"En 30 años Chile no había vivido una explosión de rabia popular como la que está viviendo ahora", dijo a Sputnik Esteban Maturana, dirigente de la Confederación Nacional de Salud Municipal (Confusam), uno de los sindicatos que convocó a un paro nacional contra la represión policial desatada en las calles.
El dirigente remarcó el apoyo de las organizaciones sociales a las protestas, que surgieron de forma espontánea entre los estudiantes que utilizan cotidianamente el Metro de Santiago. El detonante fue la decisión del Panel de Expertos del Transporte Público (órgano responsable de establecer los aumentos) de introducir un ajuste al alza de 30 pesos chilenos.
El cambio, que comenzó a regir el domingo 6 de octubre, llevó el precio del boleto de metro a 830 pesos (1,14 dólares) en el horario punta, que se extiende entre las 7 y las 9 y entre las 18 y las 20 horas.
Las protestas comenzaron el 14 de octubre, y a pesar de que Piñera anunció la suspensión del aumento cinco días después, se mantuvieron en las horas posteriores, sumando otras reivindicaciones.
"El problema no son los 30 pesos. Son los 30 años de corrupción y de abuso de la clase política, la iglesia y las Fuerzas Armadas", remarcó Maturana.
Según el dirigente sindical, los manifestantes van ahora por "la reforma de una Constitución que viene de la dictadura" así como por "salud y educación públicas y de calidad".
Maturana consideró que la única salida para la situación de crisis en la que se encuentra el país es que el presidente Piñera convoque a un "pacto social" en el que se analicen los reclamos de los sectores populares, como la jornada laboral de 40 horas semanales, por ejemplo.
Para el representante de la Confusam, además, es preciso convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
"De todas maneras nosotros creemos que puede haber más fallecidos, ya que en las redes sociales se ven varios vídeos de efectivos apuntando a manifestantes en el piso", afirmó.
El nivel de represión, consideró Maturana, es "el reflejo de la torpeza del Gobierno, que debió apelar a la Ley de Emergencia y al toque de queda".
El dirigente remarcó que "cuando los militares salen a las calles siempre ocurren estas cosas" y advirtió que "siempre que un gobernante se escuda en las Fuerzas Armadas, es el pueblo el que paga las consecuencias".