"Mientras no se alcancen todos los objetivos planteados, la operación continuará. Nuestros objetivos son claros y no nos preocupan las sanciones", dijo Erdogan citado por la cadena NTV.
Turquía, recordó, busca "alejar a los terroristas a 32 kilómetros de la frontera" y para coordinarse sobre el terreno negocia con EEUU y Rusia.
"Las YPG (Unidades de Protección Popular de los kurdos sirios) están perdiendo posiciones", afirmó.
El mandatario se refirió también a su conversación telefónica con el homólogo estadounidense, Donald Trump, que se produjo el lunes.
"Me dijo que declaremos un alto el fuego, pero no lo haremos bajo ningún concepto. Le dije que tampoco nos sentaremos en la mesa de negociación con una organización terroristas. Le dije a Trump que mande a Turquía una delegación con la que lo discutiremos todo", expresó.
"La entrada de las fuerzas del régimen en Manbij no es un escenario demasiado negativo para mí, porque al fin y al cabo es su tierra. Pero lo que me importa es que ahí no queden organizaciones terroristas", manifestó.
Según el líder turco, la población de Manbij "es en un 85 o 90% árabe y no kurda".
"Las tribus locales nos piden que vayamos y les salvemos", aseguró.
Turquía comenzó el 9 de octubre una ofensiva en el noreste de Siria cuyos objetivos, según Ankara, son alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen hoy en el territorio turco.
Estados Unidos, el principal aliado de las milicias kurdas en Siria, rehusó apoyar la intervención de Turquía, retiró sus fuerzas de la zona de hostilidades e impuso sanciones a los ministerios de Defensa y de Energía turcos, así como a los titulares de esas carteras y al ministro de Interior.