"No hay ningún compromiso en el T-MEC, ¿dónde lo dice? Nadie te puede obligar en un tratado a que compres a la fuerza lo que ellos quieren", aseguró Suárez en entrevista con Sputnik. El supuesto compromiso fue anunciado por Trump en su cuenta de Twitter a comienzos de junio de 2019.
Sería otro de los compromisos que logró el mandatario estadounidense a la par de la contención migratoria de la gente que viene del sur del continente, que tampoco está formalmente en el texto del acuerdo, pero que tuvo efecto inmediato, como se vio con el envío de la Guardia Nacional a todas las fronteras mexicanas.
Para el subsecretario, los cambios planteados por la política agraria del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se refieren, en realidad, a la política alimentaria del país.
"Sabemos que los cambios enfrentan reacciones, pero lo que hacemos está dentro del marco de la Constitución mexicana", defendió.
El jerarca considera que las políticas del pasado abandonaron al 80% de los productores mexicanos mientras concentraron la inversión en las grandes empresas trasnacionales, lo que generó estancamiento y desigualdad en el sector.
¿Qué conflictos pueden surgir cuando el T-MEC entre en vigor?
"Puede haber roce con el gran capital —pero nada impide que prioricemos a los pequeños y medianos productores, la autosuficiencia alimentaria o al nuevo sistema de precios de garantía para apoyar al maíz, frijol, trigo panificable, arroz y leche porque no se modifican las condiciones del tratado", evaluó Suárez.
Aunque el reclamo de buena parte de las organizaciones campesinas era que se gravara la importación de cinco productos básicos —maíz, frijol, trigo, arroz y leche— éste no fue tenido en cuenta en las negociaciones del nuevo acuerdo comercial.
"Tenemos un mercado amplio, abierto, un mercado privado en el que está garantizada la libertad de inversión", remarcó Suárez e indicó que los apoyos económicos que se entregarán en este Gobierno privilegian a los pequeños y medianos productores de esos mismos rubros.
"Hay apertura de exportación e importación, pero si Estados Unidos quiere obligarnos a que dejemos de producir nuestro maíz, frijol y trigo, eso no está en ningún tratado de libre comercio", agregó.
Sin embargo, el T-MEC sí tiene algunas cláusulas que van a modificar la forma en la que se practica la agricultura en México, como la obligación para que se adopte el Convenio Upov91, que fue catalogado como "el caballo de Troya" del tratado, por unos de los especialistas consultados por este medio.
Sin embargo, sólo se logrará proteger al maíz frente a una pérdida de biodiversidad genética o del acceso a la semilla para los productores locales. El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria reconoció que "podría ser necesario" ampliar esta protección legal a otros cultivos pero dijo que "vamos por partes".