"Aún sigue abierta la investigación sobre una serie de violaciones y daños al medio ambiente", tuiteó Musaví al confirmar que Irán había decidido liberar al petrolero.
El embajador iraní en Londres, Hamid Baeidinejad, informó el 23 de septiembre que el petrolero británico Stena Impero ya podía abandonar Irán.
Hanell afirmó que Stena Bulk no mantuvo negociaciones con Teherán, así como no estaba al tanto de cualquier cargo formal presentado contra la tripulación o la compañía.
"No hemos sido acusados de nada, no a través de una carta formal dirigida a la empresa, ni de otro modo; todavía estamos en la oscuridad en cuanto a por qué estamos anclados en (el puerto de) Bandar Abbás", dijo el ejecutivo.
A su vez, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Vershinin, agregó que la investigación acerca de los ataques lanzados contra las refinerías de la empresa Saudi Aramco debe ser imparcial e integral.
Señaló que de momento Moscú ve innecesario "sacar conclusiones o hacer acusaciones" antes de que se concluya la investigación.
El 19 de julio, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán informó de la detención del petrolero británico en el estrecho de Ormuz, por la supuesta violación de normas internacionales.
El presidente del Parlamento de Irán, Alí Lariyaní, reconoció que el Stena Impero fue apresado en represalia por el Grace 1, el petrolero que había sido retenido en julio en Gibraltar bajo la sospecha de que transportaba petróleo a Siria, en violación de las sanciones de la Unión Europea contra Damasco.
A principios de septiembre, fueron liberados siete de los 23 tripulantes del Stena Impero.
El petrolero Grace 1, rebautizado como Adrian Darya, abandonó las aguas del Peñón a mediados de agosto.