El Mediterráneo se está tragando las buenas formas de la Unión Europea. Y es que la crisis, de varios tipos y calibres que ha desatado el último episodio migratorio a bordo del 'Open Arms', ha llegado a tales extremos que la ministra de Defensa en funciones de España, Margarita Robles, calificó como "vergüenza para la humanidad" a la actuación del vicepresidente y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, en esta crisis.
No obstante, las soluciones dadas por el presidente en funciones del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el pasado fin de semana, provocó reacciones negativas en las autoridades autonómicas de los destinos que ofreció, y el beneplácito de Salvini, en un contrapunto que ya tiene su historia. Y también un rifirrafe entre todas las partes, incluido el Open Arms.
"Una cosa es lo que se habla entre Gobiernos, y otra cosa es lo que se filtra, y lo que realmente se habla y no se habla. […] Entre ellos 'se están pasando la bolita'. Italia alega que se ha pronunciado en contra de este flujo migratorio a la usanza en que lo maneja la UE", observa Gal.