El mercado responde al clima de violencia que envuelve a la sociedad estadounidense y la venta de mochilas a pruebas de bala son una evidencia. La crisis de violencia y los constantes tiroteos en lugares públicos han hecho que los estadounidenses sientan la necesidad de salir protegidos y proteger a sus hijos de las balas.
Por eso, algunas empresas han optado por transformar la mochila común en un escudo antibalas que pueda proteger a los estudiantes ante cualquier evento inesperado.
Las marcas más populares se anuncian por internet en sitios como Amazon y pueden encontrarse también a la venta en supermercados. Entre las empresas que comercializan este tipo de productos están McArmor, ArmorMe y Masada Armour.
McArmor es un negocio con sede en Bogotá que surgió en 2012 tras la masacre de Sandy Hook en EEUU, en la que murieron 20 niños y 6 adultos. La figura detrás de esta empresa es el colombiano Miguel Caballero, quien desde entonces se han dedicado a comercializar productos especializados en protección balística y blindaje de motorizados.
Las camisetas interiores a prueba de balas y los chalecos han alcanzado tal éxito que sus productores han ampliado su público meta en el mercado y ahora también comercializan portafolios para adultos con forma de escudo.
La otra compañía, ArmorMe es de origen israelí y fue creada por dos exsoldados de las Fuerzas Armadas de Israel. A principios de 2019 lanzaron su primera producción de mochilas antibalas en una campaña que tuvo por lema "Protección a donde quiera que vayas".
Las mochilas de ArmorMe son eco-friendly y pueden detener los disparos de un revólver calibre 44 Magnum o de pistolas nueve milímetros, según afirman sus creadores. El precio de cada mochila oscila entre 189 y 249 dólares, en dependencia de la cantidad de paneles de seguridad que contengan.
Masada Armour, también de origen israelí, asegura que su mochila puede utilizarse como un chaleco protector en menos de dos segundos, con tan solo desplegar una placa blindada de un compartimento oculto y que puede proteger a las personas de armas de fuego como rifles de asalto.
También aseguran que el producto, con su protección delantera y trasera, fue diseñado para proveer a los niños en edad escolar una línea de defensa contra los tiroteos masivos.
La versión básica pesa tres kilogramos y se vende en los EEUU por 500 dólares mientras que la variante que protege contra balas de rifle pesa 4.2 kilogramos y puede costar hasta 750 dólares.