Al indicar que 8 de los 14 países –es decir, menos de la tercera parte del bloque– ya vienen cumpliendo con la acogida, Macron admite implícitamente que con anterioridad ya se han hecho acuerdos en el marco del bloque que han fracasado porque la mayoría de los países no los cumple. Incluido Francia.
"Este acuerdo no tiene nada de novedoso, ya se han hecho otros acuerdos parecidos en otros momentos", indica Miguel Pajares, presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado.
El antropólogo incide en que "aquí de lo que se trata es de que hay algunos países que dicen que hay que repartirse los refugiados que van llegando a las fronteras europeas, que van entrando por Grecia, por Francia, por Italia, por España, que cruzan el Mediterráneo y que tiene que haber un cierto reparto a nivel de países de la UE".
"Europa no puede ser a la carta cuando se trata de solidaridad. No podemos tener Estados que digan: 'No queremos Europa cuando se trata de compartir la carga, pero sí cuando se trata de los fondos estructurales'".
Al respecto, Pajares afirma que este reparto funciona mal. "Hay países que no quieren saber nada de eso, como los países de Visegrado –Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia– principalmente. Aparte, es un acuerdo para repartirse refugiados que ya han entrado a algún país de la UE".
"Las entidades que hacemos defensa del derecho de asilo, que atendemos a refugiados y que defendemos sus derechos, no pedimos eso, lo que pedimos es que la gente pueda entrar con más facilidad a la UE, que no se tenga que jugar la vida en el Mediterráneo y morir".
Y es que en lo que llevamos de 2019, han fallecido 426 personas en sus intentos por llegar a Europa a través del mar Mediterráneo. "Lo que pedimos es que si esas personas huyen de guerras, hay que tener en cuenta que tienen derecho a entrar en la UE, que todos los países europeos somos firmantes de la Convención de Ginebra de 1951 sobre refugiados", explica Pajares.
La guerra Macron-Salvini continúa
Tras el anuncio de Macron, pasó lo previsible: llegó la respuesta desde el Gobierno italiano a esta iniciativa. Su ministro de Interior, Matteo Salvini, fue desafiante a través de su cuenta de Twitter. "Italia ha levantado la cabeza, no obedece órdenes y no es una 'dama de compañía'. Si Macron quiere hablar sobre los inmigrantes, que venga a Roma".
Pajares opina que esta situación muy lamentable. "Sobre todo empezando por lo que está haciendo Italia que está poniendo todo tipo de dificultades a los barcos de las ONGs que intentan rescatar gente en el Mediterráneo. No les deja llegar a puertos italianos, están criminalizando a las personas que intentan salvar vidas como si eso fuera un delito, les están llevando a juicio, etc.".
Las reyertas entre París y Roma vienen de lejos. En junio de 2018 el Gobierno de Italia rechazó abrir sus puertos al Aquarius –un buque de salvamento de las ONG SOS Mediteranée y Médicos Sin Fronteras que finalmente atracó en España–, lo que desató la cólera del Elíseo: acusó al Gobierno italiano de ser "cínico e irresponsable" y de una gestión "vomitiva" de la crisis.
Como consecuencia, Italia anuló la primera cumbre entre ambos Gobiernos que se realizaría en Francia y el primer ministro Giuseppe Conte anuló su visita. Semanas más tarde el propio Salvini disparó desde su cuenta de Facebook amparándose en los hechos y también en base a un informe del Ministerio del Interior de Italia para denunciar la actitud de Francia.
"Desde el inicio de 2017 a hoy, la Francia del 'buen Macron' ha rechazado a más de 48.000 inmigrantes en la frontera con Italia, incluidos niños y mujeres. […] ¿Es esta la Europa solidaria y que acoge de la que habla Macron y los buenistas? Antes de dar lecciones a los demás, invitaría al hipócrita presidente francés a reabrir sus fronteras y acoger a los miles de refugiados que había prometido recibir".
Al respecto, Pajares reconoce que Francia tampoco está destacando por ese respeto a los migrantes y confirma que devuelve migrantes en su frontera con Italia.
"Este es un rifirafe entre Gobiernos que lo que expresa es que Europa está enferma de xenofobia", sentencia el antropólogo.
"Europa está saltándose lo que se supone que son los avances en democracia de los derechos humanos que se suponía que se daban en Europa. Con este tema de los migrantes y los refugiados, nos los estamos saltando todos", remacha.
Turquía aprovecha y también golpea a Europa
Ankara le lanzó un golpe a Europa. Como telón de fondo, las sanciones que le impuso Bruselas por sus prospecciones en Chipre. El canciller turco, Mevlut Çavusoglu, afirmó que su país dejaría de implementar el controvertido pacto de readmisión de refugiados firmado en 2016, al recomendarle a Europa fungir de mediador en vez de posicionarse a favor de Chipre.
"Ese acuerdo, desde las entidades sociales, desde las ONGs, lo hemos calificado como 'el acuerdo de la vergüenza', porque Europa no tiene tantos refugiados", manifiesta el experto.
Pajares echa mano de las estadísticas para explicar sus dichos. "Hay un dato que a mí me gusta decir, que es absolutamente cierto, se puede comprobar con los datos que da Naciones Unidas, y es que entre los aún 28 países de la UE –todos juntos–, hay más o menos el mismo número de refugiados que tiene Turquía en solitario, unos tres millones y medio entre refugiados y solicitantes de asilo. Por tanto, no se puede decir que Europa tenga muchos refugiados, esa es una idea falsa que se ha extendido ante la población europea de que todos los refugiados del mundo quieren venir aquí. Eso no es cierto".
"Este acuerdo de la UE [con Turquía] de que 'no queremos que nos lleguen los refugiados, quédatelos tú y te pagamos 6 mil millones de euros', es un acuerdo vergonzoso, se mire como se mire. Por lo tanto, que Turquía ahora diga que se salta el acuerdo porque Europa no está cumpliendo, para nosotros [entidades sociales y ONGs] eso ya es secundario", concluye Miguel Pajares.