"Tenemos ejemplos para dar a Alemania, incluso sobre medio ambiente; su industria continúa siendo fósil, en gran parte de carbón, y la nuestra no, así que ellos tienen que aprender mucho de nosotros", dijo el mandatario brasileño nada más aterrizar en la ciudad japonesa de Osaka para participar en la reunión del G20, según recoge el portal de noticias G1.
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El líder ultraderechista reafirmó que no aceptará reprimendas de otros líderes mundiales.
"El presidente de Brasil que está aquí no es como otros anteriores, que vinieron a ser advertidos por otros países; la situación aquí es de respeto a Brasil, no aceptaremos el mismo trato que en el pasado", aseguró.
Bolsonaro respondía así a unas declaraciones realizadas por Merkel en el Parlamento alemán el 26 de junio, donde calificó de "dramático" lo que está ocurriendo en Brasil en relación con el medio ambiente.
Merkel aseguró que hará todo lo posible para influir en las políticas medioambientales de Brasil, pero descartó usar el bloqueo al acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur (Mercado Común del Sur) como medida para presionar a los países sudamericanos.
Alemania es, junto con Noruega, uno de los países, que inyectan más recursos al Fondo Amazonia, un instrumento del Gobierno brasileño que capta fondos internacionales para preservar la mayor selva tropical del mundo.
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Los dos países han criticado los cambios que pretende implantar el Gobierno de Bolsonaro en este sistema.
La líder alemana no es la única representante europea preocupada con los retrocesos ambientales en Brasil; el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró al llegar a Osaka que Francia no firmará el acuerdo comercial con el Mercosur si Brasil sale del Acuerdo de París contra el cambio climático.