"Un nuevo enfrentamiento entre encapuchados y policías se registró la mañana de este viernes durante las protestas encabezadas por maestros y médicos en la capital de Honduras", informó el diario El Heraldo.
Las manifestaciones fueron reportadas en el Distrito Central de Tegucigalpa, San Pedro Sula, El Progreso, Comayagua y otras regiones de Honduras, y la marcha de los médicos derivó en un enfrentamiento entre sujetos encapuchados y policías cerca de la plaza Cuba, en el capitalino boulevard Centroamérica.
La presidenta del Colegio Médico de Honduras, Suyapa Figueroa, denunció en la sede del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) que varias personas resultaron heridas en las protestas de los últimos días.
"Hemos estado sometidos a una campaña de odio en contra de los que nos manifestamos y lesiona derechos, porque la protesta es un derecho humano", denunció Figueroa, quien pidió al ombudsman Roberto Herrera Cáceres un pronunciamiento en contra de la represión a la sociedad civil.
"Voy a solicitar respetuosamente que cumplamos con el deber que tiene el Estado hondureño de buscarle soluciones democráticas a estos problemas, dando respuesta adecuada al planteamiento que viene de la protesta social", aseguró el ombudsman.
Al mediodía local (18:00 hora GMT), la Policía Nacional lanzó gases lacrimógenos para desalojar a los manifestantes del boulevard Kennedy y desbloquear el paso para los vehículos.
"Los hospitales y centros de salud funcionan a medio vapor y las aulas de clases permanecen cerradas desde hace tres semanas debido a las protestas de los maestros y médicos", agregó el diario La Prensa.
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Los manifestantes también reclamaron la dimisión del presidente Hernández, reelecto en 2017 en medio de acusaciones de fraude, al grito de "la dictadura va a caer".
El jefe de Estado ha negado que los decretos que aprobó en la noche del miércoles 28 de mayo en su Consejo de Ministros contemplen la privatización de servicios públicos o el despido masivo y sin indemnización de docentes y galenos.
Ya a finales de abril pasado, el Congreso Nacional de Honduras había dejado sin efectos los decretos de una ley para reestructurar el sistema educativo y de salud, causantes de intensas protestas de médicos y maestros que temían eventuales despidos masivos.
Esa decisión fue adoptada tras manifestaciones que comenzaron con bloqueos pacíficos en el centro de la capital, pero subieron de tono y acabaron con incendios en edificios públicos y fuerte represión policial.