El pasado 1 de marzo la OPAQ presentó un informe de la Misión de Búsqueda de Hechos sobre el presunto ataque en Duma, perpetrado en abril de 2018, según el cual "lo más probable" es que se utilizó entonces como arma una sustancia tóxica que contenía cloro reactivo.
El documento destaca que esa vez fueron esos países los que "bloquearon la propuesta de Rusia y varios otros Estados de realizar una reunión informativa en la OPAQ con todos los expertos de la Misión", que debía esclarecer el uso de armas químicas en Siria.
"Por lo visto, no se trata de una coincidencia, ya que ese encuentro pudo haber sacado a relieve serias contradicciones y, de hecho, las conclusiones antisirias que contiene el informe publicado el 1 de marzo", advierte el texto, agregando que ese ataque no era más que una escenificación de turno de los famosos Cascos Blancos.
"Debemos constatar con mucha pena que los representantes de Occidente nuevamente aplicaron un enfoque destructivo de todo aquello que podía haber esclarecido, de una forma u otra, las circunstancias de lo ocurrido con respecto al 'expediente sirio', inventado por ellos mismos", indica el comunicado.
Según la Cancillería rusa, no solo algunos expertos occidentales independientes llegaron a la conclusión de que se trató de una escenificación, sino también ciertos miembros de la Misión, pero sus ideas no fueron reflejadas en el informe final.
Además: La OPAQ ignora datos que confirman que el supuesto ataque químico en Duma fue un montaje
El Ministerio de Defensa de Rusia declaró con anterioridad que la información sobre el uso de sustancias tóxicas por las fuerzas gubernamentales sirias tiene como objetivo defender a los terroristas y justificar las posibles medidas de represalia tomadas desde el exterior.