"Estamos en plena guerra fría entre el gran jefe del capitalismo mundial y los países que abogan por el socialismo, en esa guerra fría, hay amenazas, hay intentos de invasión, o movimientos de tropas para meter terror, para meter miedo", indicó en entrevista con esta agencia Wong, profesor de la escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela.
Desde 2017, cuando se registraron protestas contra el presidente Nicolás Maduro, el Gobierno de Estados Unidos ha planteado públicamente la opción de una intervención militar.
Pero esa advertencia se hizo reiterativa entre finales de enero y febrero, no solo de su parte, sino también de diversos voceros de su Gobierno, entre ellos, el vicepresidente Mike Pence, quien reiteró que todas las opciones, incluyendo la militar, están sobre la mesa.
"El 23 era una fecha para crear ciertas condiciones para una invasión, sino podían derrocarlo (a Maduro) por la vía de la traición de algunos militares, ellos creían que podían hacer y dividir el país, también está la posibilidad de causar impactos en otras partes", manifestó.
Días previos al 23, los venezolanos manifestaron a Sputnik que sentían miedo e incertidumbre ante la posibilidad de una intervención militar en Venezuela.
Sin embargo, Wong destacó que la propia historia de las intervenciones de Estados Unidos en la región y en el mundo, le jugó un revés al "jefe del capitalismo".
En el seno de la Organización de Naciones Unidas, sostuvo el experto, esto quedó en evidencia, porque de los 194 países que integran ese foro mundial solo 50 respaldan el Gobierno de transición fabricado por EEUU y que representa el diputado opositor, Juan Guaidó.
"Esos 50 países apoyan el reconocer a otro Gobierno, pero no llevar a cabo la vía militar, para llevar a cabo la vía militar Estados Unidos tiene muy poco apoyo", agregó.
El analista de nacionalidad cubana, pero que reside en Venezuela desde hace más de 20 años, señaló que no se puede aceptar "el chantaje de la guerra de Estados Unidos".
Sin embargo, destacó que a Estados Unidos le conviene mantener un estado de incertidumbre en el mundo hacia Venezuela, para que no haya espacio para la recuperación de la economía.
La Asamblea Nacional (parlamento unicameral de mayoría opositora y en desacato desde 2016) eligió el 5 de enero a Guaidó como su titular, pero la designación fue anulada el 21 de enero por el Tribunal Supremo de Venezuela.
Dos días después, el legislador se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura, y logró el respaldo de unos 50 países.
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El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.