"Estoy convocando a Junta de Fiscales Supremos para el día 8 de enero del 2019 como fecha en la que, por respeto a mi institución, el amor a Dios y a mi familia, presentaré mi carta de renuncia al cargo de fiscal de la Nación", comunicó Chávarry en su cuenta en la red social Twitter.
Según el fiscal, la decisión la toma "en aras de la autonomía del Ministerio Público y a fin de evitar que otros entes igualmente autónomos se vean vulnerados inconstitucionalmente".
El martes 8 la Junta de Fiscales Supremos, órgano supremo del Ministerio Público, aceptará la renuncia del fiscal de la Nación, procediendo a elegir a su reemplazante.
Chávarry es una figura fuertemente cuestionada en Perú por sus presuntos nexos con los políticos investigados por el caso Odebrecht, en particular con el expresidente Alan García (1985-1990, 2006-2011) y con Keiko Fujimori, líder del partido opositor Fuerza Popular (fujimorismo, derecha).
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En agosto, un informe de la Fiscalía señaló a Chávarry como presunto cabecilla de la red criminal Los Cuellos Blancos del Puerto.
Esta mafia estaba integrada por jueces, fiscales, empresarios y políticos, dedicándose a delitos como el tráfico de influencias, sobornos, lavado de activos, entre otros; y a ella pertenecerían miembros de Fuerza Popular, único partido que ha defendido la permanencia de Chávarry en el cargo.
Chávarry tomó esta decisión de modo sorpresivo el 31 de diciembre pese a que Vela y Pérez han logrado importantes avances en las investigaciones sobre los delitos de Odebrecht en el país andino.
El fiscal repuso el 2 de enero a Vela y Pérez, pero las protestas ciudadanas y de sectores políticos continuaron exigiendo su alejamiento del Ministerio Público.