Esta caída, que se produjo el 13 de noviembre de 2018, se debió a las preocupaciones de los inversores acerca de la reducción de la demanda global y el crecimiento de los suministros de petróleo, informa la agencia Bloomberg.
Un poco antes la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hizo un funesto pronóstico acerca de la demanda de petróleo para el 2019, mientras que EEUU aumenta la producción e incrementa sus reservas de crudo.
Al mismo tiempo el precio de los contratos de futuros de Brent se redujo en 4,65 dólares hasta 65,47 dólares por barril. Este desplome, según el medio, fue el más grande de los que se habían producido en los últimos tres meses.
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"Fue como una retirada masiva de depósitos de los bancos. (…) Un colapso total en el precio", comentó el analista del grupo Price Futures, Phil Flynn.
Además, algunos comerciantes aseveran que este descenso ha sido la continuación del que se produjo un día antes luego de que el presidente estadounidense Donald Trump escribiera en su cuenta en Twitter: "Ojalá, Arabia Saudí y la OPEP no corten la producción de petróleo. ¡Los precios tienen que ser más bajos, basados en los suministros!".
Antes de eso el ministro de Energía de Arabia Saudi comunicó que la OPEP se puso de acuerdo sobre la necesidad de bajar la extracción de petróleo en casi un millón de barriles diarios en 2019 para prevenir la sobreoferta. Estos planes de la organización se contradicen con los de Trump.
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Los tuits de Trump ya habían influido en la postura de los miembros de la OPEP acerca de la producción de petróleo. En junio Arabia Saudí persuadió a otros países productores para aumentar la extracción del crudo con el fin de responder a la reducción de la producción de petróleo en Venezuela e Irán. Las publicaciones de Trump en las redes sociales podrían haber impulsado estos cambios de estrategia, escribe la agencia Bloomberg.