Así, el acero en Estados Unidos "cuesta más que en cualquier otro país del mundo", según subrayó el empresario. El alto cargo contó que la dirección de la empresa ya está discutiendo el asunto con la Casa Blanca.
"Necesitamos precios competitivos en nuestro mercado para que podamos competir en el mercado mundial", explicó Hinrichs, citado por Bloomberg.
En caso de no hacerlo, las posibles futuras medidas en el marco de la guerra comercial con China seguirían perjudicando los precios de los vehículos y eliminaría numerosos puestos de trabajo.
El alto representante de la compañía declaró su esperanza de que Washington y Pekín logren evitar las futuras tensiones, aunque todavía el Gobierno de Trump no ha anunciado las iniciativas correspondientes.
Fue a finales de mayo cuando las autoridades estadounidenses advirtieron sobre la aplicación de aranceles sobre el aluminio importado de UE, Canadá y México.
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