"En este momento, migrantes hondureños que han solicitado refugio en nuestro país, son 1.028 los atendidos en el recinto ferial", de Ciudad Hidalgo, estado de Chiapas, pero "si nos vamos a las cifras que pueden no ser solamente hondureños, sino guatemaltecos, salvadoreños, mexicanos que están acompañando o ayudando, podríamos tener un número de 5.000 personas", dijo el secretario de Gobernación mexicano, Alfonso Navarrete.
El funcionario ofreció declaraciones difundidas por su oficina a la prensa extranjera acreditada, en las cuales admite que "ha habido muchas cifras que van y vienen, es natural que eso suceda, porque estamos ante distintos flujos de personas que obedecen a distintas razones y que es muy difícil poder contabilizar con exactitud".
El titular de Gobernación rectificó un dato oficial anterior que cifraba en 500 las personas que habían aceptado regresar a sus países.
"El retorno por solicitud de migrantes hondureños que quieren regresar ya a su país, en este momento es de 366 personas", precisó.
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Asimismo, Navarrete explicó que no se tiene certeza de la cifra de inmigrantes del grupo de hondureños que cruzaron a nado o en balsas de neumáticos el río Suchiate, frontera natural con Guatemala, ingresando a México de forma irregular.
Explicó además que para establecer esas cifras, las autoridades realizan las mediciones "por espacio, por metro cuadrado del lugar que ocupan y sobrevuelo de drones (…), que la metodología para tener números aproximados".
En lo que va del año 2018, han retornado "de manera asistida", es decir deportados, un total de 82.166 migrantes del llamado Triángulo Norte de países de Centroamérica, que integran El Salvador, Guatemala y Honduras, informó el funcionario.
México no considera criminales a migrantes
La obligación de aplicar las leyes que no son opcionales ha producido un resultado que hasta la fecha es de "un total de migrantes que tenemos alojados en las estaciones migratorias de todo nuestro territorio, de 4.273 personas, estas son cifras oficiales", prosiguió Navarrete.
Navarrete hizo esa precisión sin mencionar al presidente de EEUU, Donald Trump, quien considera a los migrantes "asesinos y violadores", además de amenazar con militarizar la frontera.
Las autoridades del país latinoamericano lo encaran "como un fenómeno de realidades compartidas y de pleno respeto a los derechos humanos", reiteró el secretario de Gobernación de México.
El segundo principio se refiere a que "tener una migración ordenada, esto significa una migración documentada", explicó.
El tercero hace hincapié en que en este tipo de suceso "no tenía un antecedente de la magnitud de lo que ocurrió, el fin de semana pasado", salvo "en la década de los años 1980, con la entrada de miles de familias guatemaltecas", durante la represión de un gobierno militar contra comunidades indígenas.
"Estamos dispuestos a recibir a migrantes centroamericanos que así lo quisieran, bajo el amparo de nuestras leyes mexicanas", reiteró Navarrete.
Sin embargo, la llegada de los migrantes se salió de control.
El viernes "hubo un intento sumamente violento de romper las entradas y las garitas por el puente internacional, que une a Ciudad Hidalgo y Ciudad Cuauhtémoc con Guatemala" que conecta con la ciudad de Tecun Uman de ese país.
"Pudo haber derivado en violencias y en pérdida de vidas humanas", cuando la caravana puso por delante a niños, a mujeres embarazadas y a adultos mayores.
"El riesgo de que una gran cantidad de personas que era como un río, se estrellaran contra la reja de entrada a territorio nacional, hubiera conllevado seguramente la muerte por aplastamiento de muchos migrantes de los países centroamericanos", explicó Navarrete.
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Sobre los temores de personas extranjeras de sufrir una deportación o una repatriación masiva, "esto no ha ocurrido al día de hoy", subrayó.
Sin embargo, en nueve puntos migratorios de una extensión de más de 35 kilómetros, comenzaron a ingresar "una gran cantidad" de indocumentados por el río Suchiate, frontera natural entre México y Guatemala.
Finalmente, aseguró que aprovechándose la condición de vulnerabilidad, "hay personas que se dedican a actividades delictivas dentro de la caravana migrante", ante lo cual el Gobierno mexicano no caerá en provocaciones, afirmó el jerarca.
"Grupos de interés" tratan de presionar una llegada a EEUU, aseguró Navarrete.
"Eso no va a ocurrir porque no van a poder ingresar a ese territorio, si no pasan filtros con nosotros y corren gran riesgo", puntualizó.
El lunes, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la instalación de un Comité Nacional de Emergencia, para atender la situación de los migrantes.