Catalogar como refugiados o migrantes a los protagonistas del fenómeno venezolano, tiene connotaciones jurídicas internacionales humanitarias distintas, por lo cual debemos conceptualizar ambas nociones.
Según el artículo Art. 1 (A) (2) de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, modificada por el Protocolo de 1967, se considera refugiado a:
"Toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, etnia, género, religión o creencia, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad, y no pueda, a causa de dichos temores, o no quiera acogerse a la protección de tal país"
"A nivel internacional no hay una definición universalmente aceptada del término 'migrante'. Este término abarca usualmente todos los casos en los que la decisión de migrar es tomada libremente por la persona concernida por 'razones de conveniencia personal' y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con miras a mejorar sus condiciones sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias".
Tema relacionado: Maduro denuncia "inquisición mediática" internacional contra su Gobierno
La migración como fenómeno, es algo natural no solamente en los seres humanos sino en los seres vivos, sin embargo puede tener connotaciones negativas o positivas. Alemania vivió una profunda crisis migratoria producto del nazismo, España la vivió con la instauración dictatorial de un caudillo y en Colombia 12 millones de nacionales huyeron de la guerra. Esto es solo por nombrar algunos ejemplos de lo que hoy en día señalan como el fenómeno migratorio venezolano, como una hecatombe de magnitudes bíblicas.
Vídeo: Zapatero señala a EEUU como causa del éxodo venezolano
Entonces, ¿qué pasa migratoriamente hablando en Venezuela? El país suramericano vive una profunda crisis económica, producto de las sanciones y bloqueos financieros impuestos desde Occidente, lo que ha hecho que unos dos millones de venezolanos —según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)—, hayan tomado la decisión libre, sin coerción y personal de irse a otros destinos, buscando mejores oportunidades. Por ende, la migración es netamente económica, como la de México, Centroamérica y de casi todos los países suramericanos.
Igualmente, el glosario de la Oficina Internacional para las Migraciones establece:
Más: Migración venezolana en Ecuador: "Se debe establecer una política conjunta con otros países"
Por último, descartada la artificiosa crisis humanitaria y sus intenciones sibilinas de una intervención militar tipo Haití 2004, la situación de migrantes económicos debe ser tratada por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y las demás agencias del sistema de las Naciones Unidas —como UNICEF, la Organización Mundial de la Salud, el Programa Mundial de Alimentos— con el fin de mejorar la situación interna en Venezuela. Especialmente porque el Gobierno no se niega a que lo ayuden a superar el bloqueo económico ilegal e ilegítimo por parte de los Estados Unidos de América y Occidente, fuera de coadyuvar las naciones civilizadas para el mejoramiento de las relaciones con los países agresores.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK Y LOS TEXTOS ESTÁN AUTOEDITADOS POR LOS PROPIOS BLOGUEROS