"Las áreas que se han identificado como prioritarias son, en primer lugar, la facilitación comercial y aduanera; en segundo lugar, la integración regional en energía; y en tercer lugar, el desarrollo social con énfasis en salud, educación y cultura", dijo Videgaray en un discurso ante la Segunda Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica.
Luego de identificar esas "áreas prioritarias para la cooperación y el desarrollo en la región", los gobiernos han trabajado en distintos proyectos a un año y cuatro meses desde la primera edición de la conferencia.
Hasta la fecha, se ejecutaron cuatro proyectos relativos a los "ejes de prosperidad", dijo el jefe de la diplomacia mexicana.
Se trata de dos inversiones en materia de energía y dos más para la "facilitación comercial", dijo el canciller.
Asimismo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras instancias regionales se coordinan "para llevar a cabo proyectos concretos", abundó el jefe de la diplomacia mexicana.
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A la conferencia asisten los presidentes Jimmy Morales, de Guatemala, Juan Orlando Hernández, de Honduras, el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, la secretaria estadounidense de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, y el secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete.
Seguridad y migración regional
La idea de la conferencia surgió en febrero de 2017, al comienzo del Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.
En segundo lugar, coincidieron en que el "enfoque de desarrollo debe ser preeminente" para atender las causas estructurales de la migración y el narcotráfico, añadió.
Como resultado, en el marco del llamado Fondo Yucatán, el Gobierno mexicano ha invertido 53 millones de dólares en proyectos en los países del Triángulo del Norte y están en preparación más proyectos en Guatemala.
El principal destino de la cooperación mexicana en esa zona es El Salvador, a través del Proyecto Mesoamérica.
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Entre esos proyectos se destaca la interconexión del mercado eléctrico centroamericano con el Sistema Eléctrico Mexicano y el Programa Mesoamérica Sin Hambre, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Videgaray señaló que hacia el futuro "hay una gran oportunidad de la integración energética" en el mercado regional de gas natural, gracias a los planes mexicanos en proceso.
También destacó la cooperación en proyectos para promover la "resiliencia ante los efectos y los eventos climáticos", incluyendo tormentas y huracanes "con una participación genuinamente democrática de las comunidades", dijo el canciller.
Videgaray terminó pasando la estafeta al Gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que envió un delegado a la reunión en la capital estadounidense.
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México dejó de ser el principal origen de migrantes en Norteamérica y hoy se ha convertido en un país de tránsito.
El principal reto es "tratar a los migrantes que provienen del Triángulo Norte y de otras nacionalidades con dignidad y pleno respeto a sus derechos humanos", puntualizó el diplomático.
Finalmente, expresó su preocupación por los crecientes flujos migratorios "que se originan en la profunda crisis que hoy existe en Venezuela y vemos también con preocupación los hechos que ocurren en Nicaragua".
Alrededor de medio millón de personas transitan por territorio mexicano anualmente.
Las autoridades estadounidenses expulsan unas 200.000 personas al año, mientras las autoridades mexicanas deportan por la frontera sur otras 200.000, según cifras oficiales.