"El Gobierno de México tomará las acciones necesarias para proteger a los exportadores mexicanos en el corto plazo, además de que utilizará todos los mecanismos disponibles en el TLCAN y la Organización Mundial del Comercio (OMC) hasta lograr nuestra exclusión total de las medidas de salvaguarda", dijo el despacho que encabeza Ildefonso Guajardo, jefe negociador comercial mexicano.
México "lamentó profundamente" la decisión anunciada el por el Gobierno del primer ministro Justin Trudeau de establecer medidas de salvaguardia a ciertas familias de productos de acero, justamente "cuando ambos países han logrado avanzar en las negociaciones comerciales que promoverán una mayor integración regional".
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Esas medidas afectarán a las exportaciones mexicanas de productos como tubería de perforación petrolera y alambrón.
Canadá se sumó el 30 de septiembre a un entendimiento bilateral alcanzado entre México y EEUU, en el marco de la renegociación para modernizar el TLCAN que cumpliría 25 años en enero próximo.
Solución antes de firmar de nuevo acuerdo
La respuesta mexicana a sus socios canadienses fue emitida horas después de que el propio Guajardo se comprometía ante senadores a resolver el problema de los aranceles impuestos por EEUU a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, antes de que termine el mandato de Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre.
Los congresos de los tres países —México, EEUU, y Canadá- buscan que Peña Nieto, Trudeau y el presidente Donald Trump firmen el nuevo Acuerdo México, EEUU, Canadá (AMEC), que suprime la noción de libre comercio del pacto original, a pedido de la Casa Blanca.
"En los próximos 50 días que quedan, mi compromiso es no dejar mi responsabilidad sin dejarlo resuelto", el problema de los aranceles de 25% a las exportaciones mexicanas de acero y de 10% a las ventas de aluminio con destino a EEUU, dijo Guajardo en la sesión de preguntas y respuestas en la tribuna del Senado.
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Trump alega daños causados a la industria estadounidense por el libre comercio, y ordenó una investigación basada en una legislación de la década de 1960 (Ley 232) para establecer si las importaciones de autos son susceptibles de ser gravadas hasta por 25%.
"La firma del acuerdo, desde el punto de vista legal, puede ser hecha por los ejecutivos o por quien ellos designen", el último día de noviembre, explicó Guajardo.
"No tengan duda, se firmará antes de que se acabe la administración" de Peña Nieto, que entregará el mando al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, se comprometió el funcionario.
"Todo mundo esperaría que lo pudiéramos procesar a más tardar en la primavera (boreal de 2019), se pudiera procesar por los legislativos, y que entre en función el primero de enero del 2020, esa es la idea", puntualizó.
El nuevo acuerdo contiene un capítulo para la industria automotriz, que fue uno de los temas más difíciles en la renegociación, que incrementa las reglas de origen para que hasta 75% de las autopartes sean producidas en los tres países norteamericanos y un 40% con salarios mínimos de 16 dólares, el triple del que se paga en la industria mexicana.
Al mismo tiempo, los negociadores mexicanos revelaron la existencia de una carta paralela de entendimiento, que exoneraría de aranceles a una cantidad límite de autos exportados desde México, que según las proyecciones se podría superar en 2019.
La misiva dejaría abierta una ventana para la industria automotriz mexicana en la exportación de autopartes, porque el límite de piezas no ensambladas, acordado en esa misiva, sería superado en el año 2039, según la tendencia de la producción automotriz.