El caso era muy confuso: su dueña Vanesa Coria dijo a la prensa local que el pitbull se escapó o fue robado de su domicilio desde el 4 de septiembre.
La fiscal encargada del caso dijo a la televisión nacional que el perro no estaba detenido, sino que "fue incautado" y que "estaba bien cuidado".
Pero la dueña no estuvo conforme, pues según supo, el animal estaba encerrado en una jaula de un metro cuadrado y no le permitían acercarse ni para darle comida. Fue así como decidió encadenarse frente la fiscalía para reclamar la liberación de Roko.
"A mí no me dan información. Lo único que me dicen es que lo encontraron en un campo matando ovejas y que lo tenían incomunicado. Entonces no me lo dejan ver, sólo a una distancia de 20 metros. Nadie me da explicaciones de por qué, solo me dicen que está bajo investigación. No es un ser humano, no es que yo vaya a intercambiar información con el perro", indicó la dueña con toda lógica a la prensa.
"Por mi familia muero y Roko es mi hijo", respondió la dueña ante los comentarios de felicitación que inundaron su perfil de Facebook tras el regreso de su mascota.
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