"Una tendría que calificar esta política con varios calificativos, como ingenua, tonta, retrógrada o irresponsable; yo me quedo con el término "irresponsable", explicó a esta agencia quien fuera asesora de la Cancillería para la revisión de las políticas internacionales de drogas durante el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018).
Para Eljach, esta medida apunta al "eslabón más frágil de la cadena del narcotráfico", y lejos está de solucionar el problema del consumo y del tráfico de drogas.
La especialista dijo además que no es cierto, como afirma el presidente, que la iniciativa no busca penalizar el consumo.
"Es una medida irresponsable y un poco tramposa, porque no se puede (decir) que no se va a penalizar el consumo cuando es lo que se busca hacer", afirmó Eljach, quien añadió que los de Duque "son argumentos falaces, porque en realidad aquí el tema de prevención y de reducción del daño no existe".
Con la nueva legislación, a quien se le incauten drogas recibirá una multa de 208.000 pesos colombianos (unos 69 dólares), monto que puede reducirse con cursos pedagógicos.
De acuerdo a la exrepresentante diplomática del Gobierno colombiano en el tema drogas, con la experiencia del país en esta materia se hace muy difícil volver a creer que una política enfocada en la penalización del consumo, sin atacar a quienes transportan la droga hacia el exterior, pueda ser una solución al problema.
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"La única medida del Gobierno es esta, por eso es lamentable la precariedad que está detrás de la argumentación, porque si fuéramos novatos en el asunto de abordar el consumo y el narcotráfico, si no se hubieran probado todas las consecuencias que ha tenido para el país la represión al máximo, uno podría decir: "se está ensayando una nueva vía"; pero no hay nada nuevo, está probado que no sirve, por lo tanto es realmente un titular, que ni el mismo presidente se cree", aseguró Eljach.
Plan Colombia
Para la especialista, esta nueva política supone una vuelta a la lógica del Plan Colombia, estrategia financiada por Washington para combatir al narcotráfico y prevenir el ingreso de drogas –especialmente cocaína-, a territorio estadounidense.
"Lamentablemente Colombia ha sido un país demasiado obediente y temeroso de EEUU", afirmó Eljach.
Ante los nuevos datos que revelan un incremento en el área destinada a los cultivos ilícitos en Colombia, el anuncio de Duque de que retomará la práctica de la erradicación forzosa es para la especialista "un retroceso" que acerca nuevamente al país a los intereses de Washington.
Eljach dijo que "lo más lamentable" de esta política es que aun cuando EEUU "ha dado pasos de avanzada" en al menos ocho estados con diferentes regulaciones para el uso de la marihuana con fines recreativos y sanitarios, un Gobierno "tan deslegitimado" en este aspecto como el estadounidense exija a Colombia que solucione el tema de los cultivos ilícitos.
Según la especialista, a juzgar por los "resultados pírricos" del Plan Colombia, el país debe preguntarse "¿por qué?" abrir la puerta a la posibilidad de que Washington vuelva a dirigir la política antidrogas de la nación sudamericana.
Según el más reciente reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, publicado a fines de septiembre de este año, el área neta con cultivos de coca se incrementó 17% entre 2017 y 2016.
El área cultivada pasó de 146.000 hectáreas a 171.000 hectáreas en todo el país.
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Según este mismo reporte, el crecimiento promedio anual entre 2013 y 2016 fue de 45%.
De acuerdo a un informe de la organización Dejusticia, publicado en 2017, entre 2000 y 2015 la población carcelaria en Colombia aumentó, en términos generales, 141,8%; en el mismo periodo de tiempo, los encarcelados por delitos vinculados a las drogas se incrementaron 289,2%.