"En los términos en los cuales están redactados los documentos (de aprobación de la cuestión de confianza) hay que tomarla como una cuestión de fe; lo que implica que debe existir un acto de confianza del Ejecutivo en que el Congreso va a aprobar los proyectos en el plazo fijado y que no los va a desnaturalizar en su contenido", considera Godoy.
Lo afirmado por el analista es en razón de que el miércoles 19, luego de que se aprobó la cuestión de confianza en el parlamento, su presidente, Daniel Salaverry, entregó al jefe de Estado una carta donde solo se afirmaba que el pleno había aprobado "los ejes 1 y 2 de la política de Gobierno".
El eje 1 de la política de Gobierno es la lucha contra la corrupción y el eje 2 es la institucionalidad democrática.
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Sin embargo, en dicha comunicación no se hacía mayor mención a las reformas contenidas en los dos ejes, que son cuatro, ni al plazo que había establecido el Ejecutivo para ejecutarlas.
Se quiere aprovechar esa fecha por celebrarse ese día la segunda vuelta de las elecciones regionales.
En consideración de Godoy, lo que representa un problema es que lo expresado por la presidencia del Congreso, acerca de la aprobación de la cuestión de confianza, no indica nada respecto a las reformas en sí y tampoco al plazo para su aprobación.
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Vista así la situación, el analista considera que se pueden presentar dos problemas respecto a lo que haga el Congreso.
El politólogo afirma que si bien el Congreso no ha hablado del plazo para aprobar las reformas en el pleno, la población —que desaprueba al Legislativo en no menos del 80%— será un aliado para el jefe de Estado a fin de que esto se cumpla.
De hecho, varios analistas afirman que el presidente Vizcarra, teniendo una bancada oficialista pequeña y enfrentando al partido opositor Fuerza Popular (fujimorista, derecha), que detenta amplia mayoría en el parlamento, tiene en el respaldo popular su capital político principal.
En la cuestión de confianza, el Ejecutivo enfatizó que sometía a aprobación las reformas tal cual estaban concebidas originalmente.
Sin embargo, estas tendrán que pasar por el debate en las comisiones respectivas del Congreso, que les pueden aplicar modificaciones y, luego de elevar los dictámenes, tendrán que debatirse en el pleno, que también puede hacer modificaciones.
"Viendo el contenido de las reformas, me parece que el fujimorismo no va a hacer grandes cambios; en todo caso lo que debe importar acá es que las reformas tengan cambios que no las desnaturalicen, es decir que no cambien el espíritu original con el que fueron concebidas, aunque esto siempre implica un tema de interpretación", afirmó el analista.
El pasado miércoles, el presidente Vizcarra decidió plantear una cuestión de confianza respecto a cuatro reformas constitucionales anticorrupción.
Ellas son: la prohibición de reelección de congresistas, el retorno a la bicameralidad del parlamento, la fiscalización del financiamiento de los partidos políticos y la reforma integral del Consejo Nacional de la Magistratura, ente que nombra y depone jueces y fiscales en Perú.
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Esta última reforma ya ha sido aprobada por el pleno del Congreso el 18 de septiembre.
El miércoles el Congreso aprobó la cuestión de confianza, pero ha dejado vacíos que despiertan suspicacias considerando el franco enfrentamiento entre Vizcarra y la oposición del fujimorismo.