Maguire, de 74 de edad, sostiene que los medios de comunicación de hoy, que se enfocan en promover "el temor de lo desconocido", coinciden en sus acciones con los de los años anteriores, cuando trataban de incitar el miedo a la inminente e inevitable 'invasión de los países occidentales' por los militares soviéticos.
Cuando Maguire y sus colegas visitaron la URSS en plena Guerra Fría como parte de una delegación de paz, encontraron una imagen muy diferente y mucho menos 'atemorizante'.
"Quedamos impactados por la pobreza del país y nos preguntamos cómo habíamos llegado a creer que la URSS era una fuerza que teníamos que temer", se pregunta la activista en su artículo publicado por el medio Counter Punch.
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Muchos años después de esta visita, Maguire afirma haber conversado con estudiantes estadounidenses y percatarse de que el mismo temor de 'una invasión rusa' está arraigado en sus mentes, tal y como ocurrió anteriormente.
"Es un buen ejemplo de cómo todo lo desconocido puede causar una paranoia profundamente arraigada en caso de que sea manipulado por las fuerzas correctas", sostiene.
Pero hay otro factor para considerar en cuanto a la creciente histeria mediática y el aumento de los sentimientos bélicos.
Se trata del actual cambio en la balanza del poder financiero de las potencias occidentales hacia los crecientes centros en Asia y Oriente Medio.
"¿Creemos francamente que los aliados occidentales están listos para ceder su poder? Supongo que no tan fácil. Los viejos imperios decadentes defenderán con uñas y dientes sus intereses financieros como el petrodólar y muchos otros beneficios que tienen gracias a su dominio sobre los países pobres", recalca.
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La activista repasa las acciones de EEUU y la OTAN en el ámbito militar y destaca la creación de bases en Europa, la creciente presencia en los mares tanto europeos como asiáticos, los llamamientos para aumentar los gastos de defensa y, finalmente, la colosal subida del presupuesto militar estadounidense.
Es "un imperdonable juego de Occidente" que está llevando al planeta al borde de una catástrofe y que debe ser sustituida por el restablecimiento de "buenas relaciones con el pueblo ruso".
Las mentiras y la desinformación vistas hoy han llevado a las 'intervenciones humanitarias' de la OTAN bajo el pretexto del 'derecho para proteger', destrozando la vida de millones de personas, recuerda la activista.
"La gente en el mundo no debe ser engañada de nuevo. La aplicación de políticas de demonización como método para lanzar invasiones e iniciar guerras debe ser parada inmediatamente. (…) El aislamiento y la marginalización de los países solo lleva a incitar el extremismo, el fundamentalismo y la violencia", concluye.
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