"Estimamos algo alrededor de diez años a partir del ejemplo de situaciones, no iguales a la del incendio, pero similares", explicó el martes en rueda de prensa la directora y representante de la Unesco en Brasil, Marlova Jovchelovitch Noleto, según recoge la Agência Brasil.
Varios dirigentes de este órgano de la ONU se encuentran en Brasil desde el 13, trabajando junto a la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) (que gestionaba el museo), el Instituto Brasileño de Museos y el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), ambos órganos públicos.
La restauración del museo se nutrirá básicamente de tres fuentes de financiación: una partida de diez millones de reales (2,4 millones de dólares) del Gobierno brasileño para obras de emergencia para mantener lo que queda del edificio, otra de un fondo de emergencia que la Unesco creó en 2015 y donaciones de otros países.
El Museo Nacional de Río de Janeiro, de 200 años de antigüedad, era un centro de referencia en investigación, con una colección de más de 20 millones de objetos.
Las causas del incendio todavía se desconocen, aunque todos los indicios apuntan a la mala conservación del edificio, que no contaba con un plan anti incendios ni estaba asegurado.