"Se trata de referirnos a la estúpida y a la más impensada decisión del Gobierno de Nicaragua de expulsar de nuestro país a la comisión invitada por ellos en representación de la Oacnudh, una decisión inaudita que refleja el estado de ánimo de una persona que se siente completamente perdida que ya no puede de ninguna manera ocultar su responsabilidad y engañar con sus mentiras a la opinión pública internacional", dijo en una rueda de prensa en Managua la directora ejecutiva del Cenidh, Marlín Sierra.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua comunicó por carta el 30 de agosto a Marlene Alejos, representante para América Central del Alto Comisionado, que la visita de la misión concluía ese mismo día.
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La carta hace referencia a la invitación cursada al organismo el 19 de junio por el Gobierno "con el propósito de que diera acompañamiento a la Comisión de Verificación y Seguridad creada en el marco del Diálogo Nacional, con el fin de asegurar el desmantelamiento de los tranques [bloqueos de vías practicados por los opositores]".
"Por lo tanto, considerando que han cesado las causas y condiciones que dieron origen a dicha invitación, este Ministerio comunica que da por concluida dicha invitación y finalizada la visita a partir de hoy 30 de agosto de 2018", concluye la carta firmada por el canciller Denis Moncada.
Puesto que los integrantes de la misión no habían dejado el país este 31 de agosto, se les instó a hacerlo de inmediato, según Sierra.
Asimismo, la misión en Nicaragua de la Oficina del Oacnudh se retirará del país el 1 de septiembre tras ser notificada por el Gobierno de Daniel Ortega de que debía abandonar de inmediato el país.
"La misión de la Oacnudh llegó al país el país el 24 de junio de 2018 y ha comunicado al Gobierno la salida del equipo presente en el país el 1 de septiembre", indica un comunicado de la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado distribuido a los medios.
La nota señala que el Ministerio de Relaciones Exteriores le comunicó el 30 de agosto que "se da por concluida la invitación extendida por el Gobierno a la Oacnudh y que la misión se da "por finalizada a partir de hoy 30 de agosto".
La misión advierte sin embargo que "proseguirá con su labor de monitorear e informar sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua de forma remota, de conformidad con el mandato global conferido por la Asamblea General de las Naciones Unidas a la Oficina del Alto Comisionado".
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Además, agrega, "continuará apoyando a las víctimas y sus familiares, a la sociedad civil y reitera su disposición de brindar apoyo a las autoridades para que el Estado de Nicaragua pueda cumplir con sus obligaciones internacionales de derechos humanos".
"La grave crisis de derechos humanos en Nicaragua desde el comienzo de las protestas sociales el 18 de abril de 2018 se ha caracterizado por múltiples formas de represión y otras formas de violencia, que han resultado en miles de víctimas, incluyendo aproximadamente 300 personas fallecidas y 2.000 heridas", dice el informe publicado el 29 de agosto.
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En su comunicado de este 31 de agosto, la misión de las Naciones Unidas señala que las recomendaciones contenidas en el informe son una "herramienta valiosa" para superar la crisis, fortalecer el Estado de derecho y contribuir a la verdad y a la justicia.
Para el Gobierno de Daniel Ortega, el papel de los representantes de las Naciones Unidas era apenas "acompañar" a las dos misiones desplegadas en el país por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El Gobierno reconoce que desde abril fallecieron algo menos de 200 personas y asegura que la violencia es promovida en gran medida por sectores opositores que buscan un "golpe blando" contra Ortega.