De seguir así, muchos países pueden alejarse del sistema financiero dominado por EEUU, predice el autor del artículo.
Sin embargo, para garantizar su efectividad, las sanciones deben ser empleadas de forma inteligente, con metas claras y en estrecha coordinación con los aliados, destaca la publicación.
Trump suele usar tales medidas para forzar resultados rápidos. En su concepto de política exterior, las sanciones ofrecen una forma de aumentar su influencia personal, aunque a veces no tenga un objetivo final claro en mente, lamenta FT.
Las sanciones corren el riesgo de provocar que otros países se alejen del dólar y de las redes financieras dominadas por Washington. Así, Moscú ya lanzó un sistema de pago con tarjeta que rivalizará con Visa y Mastercard —el Mir— y desarrolló su propio sistema de transferencias financieras fuera del Swift, la red interbancaria mundial.
"Eso hace que sea aún más vital para Washington usar las sanciones de forma inteligente. De lo contrario, en lugar de reforzar su poder no hará más que acelerar el declive del orden político global y del sistema de comercio liderado por EEUU", concluye la publicación.