Comercio entre China y Rusia
"No controla la mayoría de las rutas comerciales del oro negro ruso. Por ejemplo, el principal comprador de petróleo actualmente es China", comentó en unas declaraciones a Sputnik.
Al mismo tiempo, en respuesta a los aranceles estadounidenses, China se cerró a los hidrocarburos estadounidenses, incluyendo el gas natural licuado. Ya en julio, dos buques rusos enviaron al gigante asiático el primer lote de gas dentro del proyecto Yamal GNL.
El analista observó que China depende de las importaciones de soja y carne porcina desde EEUU. Rusia podría sustituirlo en el suministro de esta última mercancía. Así, los países podrían complementarse de manera eficiente, añadió.
No obstante, Katasónov advirtió que Rusia debe mantener cierta distancia con China. Según el analista, a pesar de todos sus logros, la economía china está sobrecalentada. En particular, lo demuestra el nivel relativo de deuda, similar al estadounidense o el europeo.
"Pero en China está muy desarrollada la banca en la sombra. Me refiero a las organizaciones que conceden préstamos sin tener licencias adecuadas del Banco Popular chino. Por lo tanto, habría que duplicar el nivel de la deuda, es decir, sería de un 600% del PIB. Si esta burbuja estalla, es mejor que Rusia mantenga cierta distancia", subrayó.
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Dependencia del dólar
La participación de las empresas estadounidenses en el mercado es muy limitada. Se centran generalmente en el ámbito de los servicios. EEUU importa más mercancías que exporta. Por lo tanto, la herramienta principal en su política de presión es el dólar, aseguró Abzálov.
Según Katasónov, una importante parte de las reservas internacionales chinas está representada en dólares, pero "la probabilidad de que EEUU bloquee y congele las reservas internacionales es muy baja, porque de esta manera cavaría su propia tumba: el congelamiento de una parte tan grande de reservas llevaría al colapso de la moneda estadounidense".
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Uso de las monedas nacionales
El uso de las monedas nacionales podría ser una herramienta eficaz para reducir la dependencia del dólar. Abzálov notó que Rusia y China están pasando a los sistemas de transacciones en monedas nacionales. No obstante, es un proceso bastante complicado.
Por lo tanto, según el economista, "es necesario crear bolsas propias, lo que está haciendo China. Rusia también tiene su bolsa, pero todavía no cumple las tareas asociadas con las exportaciones".
En cuanto a la sustitución del dólar por el yuan, Katasónov opinó que la dependencia del yuan tampoco sería buena para Rusia.
"En el uso de las monedas nacionales en el comercio debe haber cierta simetría. Sin embargo, de momento los chinos no tienen muchas ganas de aceptar rublos rusos", comentó.
Cambios de postura y nuevas alianzas
"En particular, Alemania, que tampoco se lleva muy bien con Donald Trump, se vio afectada por las sanciones antiiraníes", señaló Abzálov.
La líder del grupo parlamentario del partido alemán de izquierda Die Linke, Sahra Wagenknecht, afirmó que, en lugar de seguir la línea de EEUU, Europa debería entablar relaciones positivas con Rusia.
A su vez, Katasónov opinó que Rusia necesita estrechar relaciones con Irán, al igual que con Turquía, países que también están sufriendo las sanciones estadounidenses.
"Turquía se ha peleado con Occidente de manera grave y para mucho tiempo. Erdogan quiere presionar la actividad del Banco Central turco para fortalecer la economía, pero entonces debería limitar el movimiento transfronterizo de capital, lo que echaría más leña al fuego y enfurecería a Occidente".
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Para contrarrestar este sistema, Rusia, Irán y Turquía deben fortalecer la cooperación comercial y de inversiones, así como crear un espacio común con el uso de criptomonedas. En general, el analista se opone a las monedas digitales, pero en el contexto de las sanciones económicas, considera oportuno usarlas para las transacciones entre países que están bajo restricciones.
Es decir, la paradoja es que, actualmente, muchos países van construyendo sus propios sistemas y fortaleciendo sus posiciones económicas, lo que habría sido imposible sin la presión externa de EEUU, concluyó Abzálov.
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