"La gente en Deraa y Al Quneitra esperan que la comunidad internacional les lleve ayuda humanitaria urgente y no podemos decepcionarla, el acceso debe estar garantizado", dijo el director regional de Emergencias de la OMS, Michel Thieren.
La OMS se mostró preocupada por el acceso limitado al agua potable, servicios médicos y sanitarios y las temperaturas sofocantes y las tormentas de arena que afectan a los desplazados.
Según la organización, en la última semana al menos 15 sirios, entre ellos 12 niños, murieron por deshidratación o enfermedades transmitidas por agua contaminada.
Además, el 75% de hospitales y centros médicos en Deraa y Al Quneitra están cerrados, constató.
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Desde la escalada de la violencia, la OMS realiza un proceso de vacunación, además de suministrar ayuda a los hospitales y centros médicos para casi 200.000 tratamientos.
Hasta la fecha los equipos médicos móviles realizaron 4.500 consultas y examinaron más de 660 niños por desnutrición.