La pasión de la capitalina fue lo que la hizo llegar tan lejos, "empecé a los 15 años, quería dejar todo por solamente estar entrenando, pero ya después no podía hacerlo. Cuando tenía 18 años estaba ya en la carrera de medicina en la UNAM y tomé la decisión, una muy difícil", señaló en entrevista con Notimex.
La familia Castellanos en ese momento no sabía si era la mejor decisión de Karla y la rechazó, debido a que era una alumna excelente, pues siempre tuvo buenas calificaciones y en muchas ocasiones estuvo en cuadro de honor.
Con ello, demostró que las personas no siempre están destinadas a ser lo mismo en su vida, "estuvo muy feo, a mí me costó mucho trabajo porque también soy una persona muy sensible".
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Añadió que fueron varios meses, para que se dieran cuenta lo realmente era lo suyo, "por más que pusiera a todo mundo de cabeza, no iba a dejar de hacer esto".
"Era algo completamente diferente a todo lo que había hecho, no había reglas, nadie te puede decir si estás bien o no, eso es de lo que se trata mucho el parkour, de hacerlo a tu manera a como tú eres", apuntó.
Pero Karla no solo ha tenido que lidiar con su familia, sino con un país, ya que en México es una actividad relativamente nueva.
"La cultura no permite que este tipo de cosas sean vistas como un deporte profesional, lo ven más como vagos que se la pasan brincando. Nuestra filosofía es ser fuerte para ser útil", subrayó.
A pesar de eso México es bueno en esta disciplina y el sueño de la campeona mundial es que el arte del desplazamiento se acepte como en los países europeos, también es consiente que se necesitan espacios para poder entrenar.
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La invitación por parte de su ídolo, la rusa Alexandra Shevchenko, una de las mejores en este deporte, "algún día quiero ser tan buena como esa chica, ella vio mis videos me contacto y me invitó a la competencia. La verdad estaba muy emocionada porque era ella".
Guiada por la rusa, Karla mandó un video que paso por varios filtros para ser seleccionada y asistir a la competencia, en la que también participó Shevchenko, a quien logró vencer sólo por dos puntos de diferencia en la categoría libre y así convertirse en la primera mujer mexicana en ganar en esta disciplina a ese nivel.
La constancia es clave para alcanzar las metas y Karla Castellanos entrena de tres a cuatro horas diarias y está demostrando que es un estilo de vida.