"Con este paso, la Administración de EEUU ha cancelado su rol en el proceso de paz y ha insultado al mundo, al pueblo palestino y a la nación árabe e islámica y ha causado incitación e inestabilidad", declaró Rudeineh.
Unas 40.000 personas participaron en las marchas convocadas también para pedir el derecho al retorno de los refugiados palestinos, que mañana conmemoran siete décadas de 'Nakba' (catástrofe), la expulsión y huida de 750.000 palestinos con la creación del Estado de Israel y la guerra entre israelís y árabes, en 1948.
Mientras en Gaza, los jóvenes palestinos morían por tiros israelíes, Ivanka Trump, la hija del presidente de EEUU, Donald Trump, inauguraba la embajada.
Junto al secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, Ivanka destapó la placa de inauguración de la embajada, antes consulado, en una ceremonia que empezó a las 16:00 hora local.
El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, visiblemente satisfecho, calificó el día de "histórico".
"Gracias, presidente Trump, por tener el coraje de mantener tus promesas (…) Hoy es un gran día para Israel, es un gran día para América, pero creo que también es un gran día para la paz", dijo el jefe del Gobierno israelí.
La comunidad internacional no reconoce Jerusalén como capital de Israel porque su parte este está ocupada por los israelís y tendría que ser la capital del futuro Estado palestino, según el derecho internacional. Trump ha roto el consenso y su embajada es la primera que vuelve a Jerusalén desde el 2006, cuando solo estaban en la ciudad santa las embajadas de Costa Rica y El Salvador.
Trump estuvo presente en la ceremonia vía satélite: "Que Dios os bendiga y bendiga a los Estados Unidos de América". El líder de EEUU aseguró que su país está comprometido con el statu quo de los lugares santos de Jerusalén y con la paz y la mediación entre "Israel, los palestinos y todos sus vecinos".