El proyecto, que pasará al Senado, retrotrae el valor de los servicios básicos a los de noviembre de 2017 y prevé que las subas de este año se realicen a la par de los salarios. De aprobarse en ambas cámaras, el Gobierno sufriría un importante revés. Se espera que la iniciativa sea vetada por el Ejecutivo.
En tanto, en su último día en Washington, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne se reunió con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Según comunicó, Argentina pidió un acuerdo ‘Stand by' de "alto acceso", modalidad que implica un mayor condicionamiento por parte del organismo.
"Es una crónica de una muerte anunciada. Argentina tiene profundos desequilibrios sociales, productivos y financieros. El Gobierno no ha hecho más que agravarlos. Cada 10 dólares que la economía necesita, las exportaciones sólo producen seis. Los otros cuatro equivalen a un agujero anual de aproximadamente 40.000 millones de dólares, y el resto por vía del ingreso del capital especulativo de corto plazo pagando tasas monumentales", explicó el economista.
El déficit primario proyectado para 2018 era de 395.000 millones de pesos (unos 14.400 millones de dólares), equivalente al 3,2% del PBI. Sin embargo, tras la corrida cambiaria, el 4 de mayo el ministro Nicolás Dujovne anunció un recorte en la previsión del déficit primario que se ubicó en un 2,7% del PBI.
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Los intereses que debe pagar la administración nacional por los servicios de la deuda quedan fuera de esa cifra. El cálculo del Presupuesto 2018 era que el déficit fiscal total iba a ser de 678.870 millones de pesos (unos 30.000 millones de dólares), un 5,5% del PBI. Al tipo de cambio actual, la Argentina necesita financiar 26.182 millones de dólares de agujero fiscal.