El propio presidente francés lo había dejado claro antes de que los periodistas empezaran a hablar de un viaje sin resultados palpables. "No podré convencer a Donald Trump, pero por lo menos, escucharemos los argumentos de cada uno". Para los diplomáticos de Francia, el mensaje era más "diplomático": "No hay objetivos concretos en este tipo de reuniones solemnes. Solo el ceremonial constituye ya una declaración de amistad".
De Trump nadie puede esperar un lenguaje políticamente correcto ni andarse por las ramas, y así lo demostró delante de su invitado, calificando varias veces de forma muy negativa el llamado Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), firmado por su antecesor, Barack Obama.
No te lo pierdas: Canciller iraní coincide con Macron en que no hay plan alternativo para el acuerdo nuclear
Pero después de escuchar a Macron en su insistencia en mantener el pacto y en el plan de retoques que propone el mandatario francés, Trump prefirió no zanjar definitivamente el caso y dejar en el aire hasta el 12 de mayo su decisión sobre el abandono del PAIC. Es esa fecha el límite que se ha propuesto para decidir sobre el caso.
El acuerdo firmado por Irán, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia, estipula que Teherán suspende el enriquecimiento de uranio y la fabricación de plutonio hasta 2025. En contrapartida, la ONU y Estados Unidos levantan las sanciones comerciales que pesaban sobre Teherán.
El 'plan B' de Macron para Irán
Es el este último punto donde las supuestas contradicciones de la política exterior de Trump se hacen más evidentes para sus interlocutores. El presidente norteamericano prometió en su campaña electoral retirar sus tropas de Oriente Medio y lo viene repitiendo desde su victoria en las urnas. Al mismo tiempo, en sus conversaciones con Macron señala que le gustaría repatriar a sus soldados de Siria, pero no puede aceptar que Irán obtenga una salida al Mediterráneo.
Pero si Trump no podía dejar a su "amigo" abandonar Estados Unidos como un fracasado, tampoco Macron podía intentar salvar sus postulados, que son los mismos, en el caso de la capacidad nuclear iraní, que los defendidos por sus aliados de la Unión Europea.
Te puede interesar: Vicecanciller ruso: EEUU y Francia menosprecian elementos fundamentales del derecho internacional
Emmanuel Macron se ha autoerigido como el nuevo líder de Europa, o de una parte de la comunidad europea, ante la debilidad interna de Angela Merkel y la pérdida de influencia de Londres tras el Brexit. Muchos gobiernos europeos ven bien esa iniciativa francesa por comodidad, por debilidad o por incapacidad. Y a los Estados Unidos de Donald Trump esa situación le conviene.
Macron fue recibido con todos los honores como respuesta a la estancia del matrimonio Trump en París. Pero, además, el dirigente francés venía con el carné de puntos relleno tras su intervención como socio o, quizá mejor, como "junior partner" en el ataque de Estados Unidos sobre las supuestas instalaciones de producción de armamento químico en Siria.
Vídeo: "Tenemos una relación especial": Trump le quita la caspa del hombro a Macron
La diplomacia francesa no dudó en recurrir también a los misiles para reafirmarse como potencia activa en la región, sabiendo que la repercusión de su ataque en la opinión pública árabe no sería muy negativa. Especialmente ahora que la solidaridad árabe está en entredicho y que Irán es identificado como el peligro número uno, no solo por Washington e Israel, sino también por Arabia Saudí y sus aliados suníes en la zona.
¿Un Oriente Medio sin Estados Unidos?
Al mismo tiempo, Francia y sus socios europeos trabajan ya en un futuro de acuerdos políticos y comerciales que excluyan al autoexcluido Trump. Un futuro posible, pero cargado de dificultades. Y valga un solo ejemplo para comprenderlo. El acuerdo con Teherán abría el mundo a los intercambios comerciales con Irán. Pero los bancos europeos no se atreven a trabajar en ese país, ante el temor de caer bajo las sanciones que ya aplicó el departamento del Tesoro norteamericano en el pasado. Trump quiere dejar el escenario, pero dejando plantada de minas la platea.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK