"Se ha confirmado nuestra suposición de que el verdadero objetivo de las acciones del trío occidental era dar a los radicales y extremistas la oportunidad de tomar un respiro y recuperar las fuerzas, prolongar el derramamiento de sangre en Siria y obstaculizar así la solución política del conflicto," dijo en una rueda de prensa.
"Por lo visto, no se trata de una coincidencia y parece que los radicales y extremistas tienen miedo de que los inspectores de la OPAQ lleguen" a Duma, supuso Zajárova.
El pasado 7 de abril, grupos armados de la ciudad de Duma, en el suburbio damasceno de Guta Oriental, y ONG relacionadas con ellos, denunciaron un supuesto ataque mortífero con sustancias químicas en esta localidad y responsabilizaron a Damasco por la agresión.
Más aquí: Una activista británica desmonta la cadena de mentiras de los medios británicos sobre Siria
A solicitud de Damasco y Moscú, que insisten en que lo denunciado fue "un montaje" para empujar a otros Estados a intervenir y usar la fuerza contra el Gobierno sirio, la Secretaría Técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) decidió enviar un grupo de expertos a Duma.
Según el Pentágono, fue una represalia puntual por el presunto ataque químico en Duma.
El Ministerio ruso de Defensa informó que en total fueron lanzados 103 misiles contra Siria, 71 de los cuales fueron derribados por 112 cohetes guiados de la defensa antiaérea siria.