"El intercambio de información [entre ambos países] es fundamental en el objetivo que tenemos los dos de mantener las puertas abiertas, ayudar los venezolanos que están migrando en unas circunstancias difíciles", aseguró la ministra de Relaciones Exteriores colombiana, según recoge un comunicado oficial.
Tanto Brasil como Colombia viven situaciones complejas a la hora de recibir a los miles de venezolanos que dejan su país en los últimos meses.
Solo en la capital, Boa Vista, ya hay al menos 40.000 venezolanos, el 10% de la población local.
El objetivo principal de la reunión entre los cancilleres era precisamente compartir experiencias, explicó Holguín, quien diferenció entre los migrantes económicos y los ciudadanos venezolanos que a día de hoy huyen de la situación en su país.
"Una cosa es cuando una migra porque quiere ver nuevas oportunidades, trabajo, y se le abren las puertas en países, y otra cosa es la migración que estamos viendo en los venezolanos, en situación de hambre, una situación de salud compleja, con realmente muchos problemas", resumió.
Hace unas semanas varios ministros, senadores y el propio presidente Michel Temer celebraron una reunión en la que se barajó la posibilidad de cerrar la frontera de forma temporal.
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El objetivo sería realizar un censo y aclarar cuántos venezolanos hay realmente en Roraima, cuál es la capacidad real del estado en absorberlos, pero esa opción parece descartada de momento.