"En el Consejo de Seguridad se hacen los llamados a que el ejército gubernamental de Siria pare su ofensiva allí, una de las iniciativas consiste en declarar por un mes una pausa humanitaria para mitigar la situación y suministrar la ayuda", dijo el ministro a periodistas.
Para Lavrov, "el problema es que en Idlib y en Guta Oriental mangonean los militantes del Frente al Nusra, organización designada terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU".
"Nos parece muy preocupante el hecho de que el ejército de Siria y la Fuerza Aeroespacial de Rusia que le apoya son los únicos que están tratando de aplastar esa división terrorista de Al Qaeda".
"Todos los llamados a cesar la ofensiva de las tropas gubernamentales, paralelamente al rechazo de nuestra petición de garantías de que Al Nusra pararía también, esconden el deseo de proteger nuevamente al Nusra del golpe", señaló el canciller ruso.
El jefe de la diplomacia rusa insistió en que Occidente ponga a raya a los militantes de Al Nusra.
"Pedimos a nuestros colegas occidentales que tienen influencia sobre el Frente Al Nusra y no lo niegan, (…) que disciplinen a esta estructura, que es terrorista", subrayó Lavrov.
"De lo contrario, está sujeto a destrucción, y aquí no puede haber ninguna duda", agregó.