Se suspendió también el cumplimiento de los programas de modernización de los carros de combate Leopard solicitados por la parte turca, la respectiva decisión fue coordinada entre Gabriel y la canciller de Alemania, Angela Merkel, según el medio.
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En este contexto, el general mayor retirado turco Armagan Kuloglu, entrevistado por Sputnik, consideró que las Fuerzas Armadas del país otomano tienen el derecho a usar sus equipos militares y municiones de acuerdo con su propio parecer.
"Entre las armas utilizadas por el Ejército turco hay tanques tanto de fabricación estadounidense como los Leopard alemanes modernizados", dijo Kuloglu.
"La reacción de Alemania es bastante contradictoria. Por un lado, los dos países son miembros de la OTAN, pero por otro, a pesar de las mejoras a corto plazo, en general, existe una tensión constante entre ambos estados. Berlín no condenó abiertamente la operación en Afrín, pero anunció la suspensión del programa de modernización del tanque Leopard. Creo que este paso de Alemania debe considerarse como un mensaje para los círculos políticos nacionales", explicó.
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"Está claro que la modernización de los Leopard no se llevará a cabo de un día para otro, sino de forma gradual. Estos tanques son utilizados actualmente por las Fuerzas Armadas, pero en el futuro pueden ser actualizados de acuerdo con la última tecnología. Es decir, este no es un tema vital", señaló.
Otro interlocutor de Sputnik, el general de brigada retirado turco Ali Er también subrayó que la congelación del programa de modernización de los Leopard no afectará la capacidad de combate del Ejército turco y el progreso de la operación en Afrin.
Ali Er subrayó que la infraestructura de las Fuerzas Armadas turcas permite llevar a cabo tanto una operación a corto plazo durante varios meses como operaciones militares a largo plazo. El militar agregó que es poco probable que las Fuerzas Armadas turcas dependan en el futuro de Alemania para la modernización, puesto que "han logrado un progreso significativo en el desarrollo de sus propios sistemas de fuego".
"La reacción de Alemania parece más bien un intento de reforzar las posiciones políticas de las partes en las negociaciones de la coalición en el país y de influir en la opinión del electorado político", remarcó Ali Er.
"La planificación general de la estrategia de defensa de las Fuerzas Armadas turcas es parte del sistema de necesidades nacionales, y este proceso abarca una década. Es decir, esta situación de tensión que existe hoy entre Turquía y la OTAN podría comenzar a afectar la estrategia de seguridad turca dentro de 10-15 años", resumió Er.
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