"Paren con esa tontería de que Lula tiene que ser condenado, es grande en este país la conciencia del pueblo brasileño; intenten mostrar un delito que cometí, hablaron durante diez horas seguidas y no mostraron un delito", dijo el exmandatario en una multitudinaria manifestación de apoyo en la ciudad de Sao Paulo (sureste).
El expresidente repasó los logros alcanzados durante sus años de Gobierno, con especial énfasis en las políticas sociales y su lucha contra la pobreza, lo que en su opinión desató la ira de la élite económica y mediática que quiere evitar a toda costa que vuelva al poder.
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En ese sentido, recordó que el 26 de enero viajará a Etiopía, donde explicará la experiencia de Brasil en la lucha contra el hambre.
"Vamos a volver y este país volverá a ser respetado", proclamó ante unos 50.000 manifestantes, según los organizadores, que a primera hora de la noche se disponían a avanzar hacia la avenida Paulista, la principal arteria de Sao Paulo.
El expresidente puede ahora recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia y el Tribunal Supremo Federal y mientras tanto podrá seguir en libertad realizando actividades de precampaña electoral.
Escuche: ¿Quién se beneficia del fallo contra Lula?
Su futuro político lo decidirá el Tribunal Superior Electoral a partir de mediados de agosto, cuando se registran de forma oficial las candidaturas a las elecciones de octubre.