Río sangriento: las aguas de un canal en Argentina se tiñen de rojo
Los residentes sostienen que se debe a la contaminación provocada por las industrias que vierten residuos ilegalmente.

Los residentes sostienen que se debe a la contaminación provocada por las industrias que vierten residuos ilegalmente.
Las autoridades locales hicieron un análisis del agua porque se sospecha que podría contener anilina. Esta sustancia se utiliza en la producción de tintes, medicamentos y polímeros.

Las autoridades locales hicieron un análisis del agua porque se sospecha que podría contener anilina. Esta sustancia se utiliza en la producción de tintes, medicamentos y polímeros.
El arroyo no sólo tiene un característico color rojo, sino que también va acompañado de un olor nauseabundo similar al de la basura.

El arroyo no sólo tiene un característico color rojo, sino que también va acompañado de un olor nauseabundo similar al de la basura.
Los habitantes señalan que no es la primera vez que el canal se tiñe de un color extraño, pero las autoridades lo niegan, según los medios locales.

Los habitantes señalan que no es la primera vez que el canal se tiñe de un color extraño, pero las autoridades lo niegan, según los medios locales.
Sin embargo, aún no hay resultados de laboratorio precisos sobre la composición del líquido y su toxicidad. La Autoridad del Agua y el Ministerio de Ambiente se comprometieron a investigar el origen del vertido y castigar a los responsables.

Sin embargo, aún no hay resultados de laboratorio precisos sobre la composición del líquido y su toxicidad. La Autoridad del Agua y el Ministerio de Ambiente se comprometieron a investigar el origen del vertido y castigar a los responsables.
En enero, medios argentinos revelaron que los accidentes con derrames tóxicos en el Área Metropolitana de Buenos Aires aumentaron un 30%. En particular, se registraron derrames de mil litros de ácido láctico, 500 litros de ácido fosfórico y 50 kilos de cloro diclorado.

En enero, medios argentinos revelaron que los accidentes con derrames tóxicos en el Área Metropolitana de Buenos Aires aumentaron un 30%. En particular, se registraron derrames de mil litros de ácido láctico, 500 litros de ácido fosfórico y 50 kilos de cloro diclorado.