Buena Vista All Stars: "El son cubano se juntó con todo el mundo" | Video
Buena Vista All Stars: "El son cubano se juntó con todo el mundo" | Video
Sputnik Mundo
El son no tiene que resistir nada porque ha sabido transformarse, influenciar en otros géneros alrededor del mundo y seguir vivo en sus diferentes vertientes... 11.12.2024, Sputnik Mundo
El pueblo cubano sabe sobrellevar y solucionar todo con música y humor. De eso no tienen la menor duda estos dos músicos cubanos, miembros originales de Buena Vista Social Club, grupo que contribuyó a internacionalizar y revivir el son cubano en la década de 1990 en cualquier latitud. Y es que, en la isla —dicen con ese humor cubano tan característico— todo el mundo es músico, médico o pelotero de béisbol. "El cubano todo lo arregla con chiste", asegura Barbarito Torres, laudista que toca su instrumento hasta de espaldas. De hecho, gran parte de por qué la música forma parte medular de la vida cubana es porque siempre ha existido una gran "organización del sistema de educación musical, que siempre tuvo y tiene una tradición profunda de buena formación", explica Demetrio Muñiz, compositor, trombonista y director de orquesta. Pero no solo eso. El apoyo familiar, dice, también influye. Porque a diferencia de otras partes del mundo, donde los padres no siempre desean que sus hijos se dediquen a la música por la supuesta falta de oportunidades laborales, en Cuba "todo mundo quisiera tener un músico en la familia", apunta Muñiz. "La formación musical en Cuba es muy fuerte", agrega Barbarito.Muchos jóvenes cubanos que aprenden música en la isla, comparte Barbarito, son capaces dentro y fuera del país de adaptarse a prácticamente cualquier ambiente, desde una banda de jazz hasta un grupo de son cubano, pasando por una orquesta sinfónica, una agrupación de música de cámara o una escuela o conservatorio."El son no tiene que resistir, ha sabido transformarse, ha sabido influenciar en otros géneros y, por lo tanto, sigue vivo en sus diferentes vertientes, porque el son es como la rumba cubana: un complejo de géneros (...) El son se juntó con todo el mundo", añade Muñiz."Mi patria, mi barrio"La noción de patria para estos músicos cubanos no tiene nada que ver con la política, sino con un sentimiento imposible de borrar, un pasado de música campesina, una guaracha que hace crónica de la tragedia, un bolero cantado al oído de una mujer, un son bailado en el barrio, en las calles donde se forja la identidad de un pueblo. "Mi libertad la manejo como me da la gana a mí", dice Muñiz. Enseguida lo secunda Barbarito: "Yo de La Habana viajo al mundo. Yo tengo mi familia creada ahí, como la tiene él [Demetrio]". Barbarito explica que ser cubano es "un sentimiento tan grande" que, a veces, no puede soportar estar un mes sin ir a su natal Matanzas —conocida entre los propios cubanos como la patria chiquita—, donde están sus hermanos y su sobrino y su "familia musical" con la que tantas cosas ha compartido. "El bloqueo de EEUU nos tiene aplastados"Los músicos atienden esta charla con Sputnik en un hotel al poniente de la Ciudad de México, donde encienden un cigarrillo a pocos días de ofrecer un concierto en el Auditorio Nacional de la capital del país como parte de una gira mundial que los ha llevado por Europa, Asia, Oriente Medio y Norteamérica. Casi de inmediato, ambos reciben una indicación del personal de seguridad: deben apagar sus cigarros porque es un espacio libre de humo. Es entonces cuando Demetrio Muñiz se pregunta con cierta ironía cómo es que el mundo a veces se preocupa más por el tabaco que por las guerras."Yo creo que [el actual] es un mundo muy complicado (...) Cuando el mundo empieza a redistribuirse en sus zonas de influencia, se forman estos líos que tenemos. Se venden armas que no solo las vende Estados Unidos, las venden otro montón de países que hacen su zafra en la carne de muchos inocentes (...) y de muchos culpables", reflexiona Muñiz, nacido en La Habana en 1949."Haría falta un poco más de conciencia. Estamos más preocupados por la energía limpia, por no fumar en los locales… y ya no te vas a morir de fumar: [ahora] te matan de una bala que no tenía por qué haber existido. No tiene por qué haber una economía mundial basada en la venta de armas", observa. Barbarito Torres, otra leyenda de la música afroantillana, coincide con él. Y aunque el tema central es Buena Vista Social Club —agrupación que contribuyó a internacionalizar y revivir el son cubano en la década de 1990 en prácticamente cualquier latitud—, el bloqueo económico y comercial a Cuba es ineludible. Ambos van y vienen de Cuba. Demetrio vive en Madrid, pero cuando no soporta el calor de la capital española regresa a la isla, también cálida, pero llena de brisa. Barbarito, en cambio, reside en La Habana: ha vivido en carne propia los efectos del bloqueo, como los apagones que ha sufrido la sociedad cubana en semanas recientes. "Yo creo que [el bloqueo] es hasta innecesario porque la gente lo está pasando mal", secunda Muñiz.Y es que, desde el punto de vista de Barbarito, las sanciones económicas de Washington a la mayor isla de las Antillas "están apretando al pueblo", no al Gobierno cubano. De hecho, afirma que el público estadounidense los ama como grupo. "Nos lo han demostrado", señala. “Nosotros no tenemos nada que ver con eso, con lo que piense el Gobierno [de EEUU], con lo que piensen los tarados que están pensando en el bloqueo ese", agrega el músico.Muñiz recuerda específicamente sus inicios musicales a finales de la década de 1960 y durante toda la de 1970, cuando la música cubana florecía y las academias y los barrios eran auténticas colmenas artísticas, con sitios emblemáticos como el cabaret Tropicana —referencia obligada del mapa musical latinoamericano— o agrupaciones de jazz cubano como Irakere. Eran, reconoce, otros tiempos. Porque hoy la situación en Cuba, dice, ha cambiado en lo económico y lo social: "Las dificultades son mayores (...) La vida del cubano no es fácil". "Yo creo que, a los 75 años, puedo hacer poco, porque mis cálculos y mis planificaciones del futuro son qué voy a hacer mañana (...) Yo no puedo transformarte mi país desde mi opinión, porque mi opinión es la opinión de un músico. Mi convicción es que la gente tiene que vivir bien, que luchar por su vida y que los países tienen que corresponder a las necesidades de sus ciudadanos, pero no solo Cuba: todos", apunta Demetrio Muñiz.
El son no tiene que resistir nada porque ha sabido transformarse, influenciar en otros géneros alrededor del mundo y seguir vivo en sus diferentes vertientes, porque el son es como Cuba: un crisol de culturas que supo juntarse con todo el mundo, dicen a Sputnik Barbarito Torres y Demetrio Muñiz, integrantes de la agrupación Buena Vista All Stars.
El pueblo cubano sabe sobrellevar y solucionar todo con música y humor. De eso no tienen la menor duda estos dos músicos cubanos, miembros originales de Buena Vista Social Club, grupo que contribuyó a internacionalizar y revivir el son cubano en la década de 1990 en cualquier latitud.
Y es que, en la isla —dicen con ese humor cubano tan característico— todo el mundo es músico, médico o pelotero de béisbol. "El cubano todo lo arregla con chiste", asegura Barbarito Torres, laudista que toca su instrumento hasta de espaldas.
🎼🇨🇺 Buena Vista All Stars: “El son cubano se juntó con todo el mundo”
Barbarito Torres y Demetrio Muñiz, dos de los miembros de este popular grupo de música cubana, expresaron en entrevista con Sputnik la repercusión que ha tenido este género en la música latinoamericana y de… pic.twitter.com/GivKHIU6Wu
De hecho, gran parte de por qué la música forma parte medular de la vida cubana es porque siempre ha existido una gran "organización del sistema de educación musical, que siempre tuvo y tiene una tradición profunda de buena formación", explica Demetrio Muñiz, compositor, trombonista y director de orquesta.
Pero no solo eso. El apoyo familiar, dice, también influye. Porque a diferencia de otras partes del mundo, donde los padres no siempre desean que sus hijos se dediquen a la música por la supuesta falta de oportunidades laborales, en Cuba "todo mundo quisiera tener un músico en la familia", apunta Muñiz. "La formación musical en Cuba es muy fuerte", agrega Barbarito.
Muchos jóvenes cubanos que aprenden música en la isla, comparte Barbarito, son capaces dentro y fuera del país de adaptarse a prácticamente cualquier ambiente, desde una banda de jazz hasta un grupo de son cubano, pasando por una orquesta sinfónica, una agrupación de música de cámara o una escuela o conservatorio.
"El son cubano sigue vivo porque trascendió en el mundo entero. El proyecto nuestro [Buena Vista Social Club] contribuyó a eso, a volverlo a revivir. Hay nuevas generaciones de músicos cubanos haciendo el son cubano y muy bien hecho y tocando con una alegría y un espíritu tremendo", afirma Barbarito.
"El son no tiene que resistir, ha sabido transformarse, ha sabido influenciar en otros géneros y, por lo tanto, sigue vivo en sus diferentes vertientes, porque el son es como la rumba cubana: un complejo de géneros (...) El son se juntó con todo el mundo", añade Muñiz.
Buena Vista All Stars es una agrupación que lleva al mundo lo mejor del son cubano, con base en toda la influencia que ejerció —y sigue ejerciendo— Buena Vista Social Club, grupo creado en la década de 1990 con leyendas como Compay Segundo, Omara Portuondo, Eliades Ochoa, Barbarito Torres, Ibrahim Ferrer, Demetrio Muñiz, entre otros. Actualmente, la banda cuenta con la voz de Ibrahim Ferrer Jr., hijo de Ibrahim Ferrer.
El grupo se presentará en el Auditorio Nacional de la capital mexicana el 11 de diciembre a las 20:30 horas (local).
La noción de patria para estos músicos cubanos no tiene nada que ver con la política, sino con un sentimiento imposible de borrar, un pasado de música campesina, una guaracha que hace crónica de la tragedia, un bolero cantado al oído de una mujer, un son bailado en el barrio, en las calles donde se forja la identidad de un pueblo.
"Mi libertad la manejo como me da la gana a mí", dice Muñiz. Enseguida lo secunda Barbarito: "Yo de La Habana viajo al mundo. Yo tengo mi familia creada ahí, como la tiene él [Demetrio]".
"Para mí [Cuba] no es ni una consigna ni un símbolo: es mi vida. Sé que hay millones de problemas, pero eso no tiene nada que ver con mi historia. Yo ahí me hice músico, ahí he aprendido, ahí tengo enterrados a mis muertos, ahí los he cuidado, ahí he criado a mis hijos, y eso no me lo puede borrar nada. No tengo cómo borrar quién fui", comenta Muñiz.
Barbarito explica que ser cubano es "un sentimiento tan grande" que, a veces, no puede soportar estar un mes sin ir a su natal Matanzas —conocida entre los propios cubanos como la patria chiquita—, donde están sus hermanos y su sobrino y su "familia musical" con la que tantas cosas ha compartido.
Los músicos atienden esta charla con Sputnik en un hotel al poniente de la Ciudad de México, donde encienden un cigarrillo a pocos días de ofrecer un concierto en el Auditorio Nacional de la capital del país como parte de una gira mundial que los ha llevado por Europa, Asia, Oriente Medio y Norteamérica.
Casi de inmediato, ambos reciben una indicación del personal de seguridad: deben apagar sus cigarros porque es un espacio libre de humo. Es entonces cuando Demetrio Muñiz se pregunta con cierta ironía cómo es que el mundo a veces se preocupa más por el tabaco que por las guerras.
"Yo creo que [el actual] es un mundo muy complicado (...) Cuando el mundo empieza a redistribuirse en sus zonas de influencia, se forman estos líos que tenemos. Se venden armas que no solo las vende Estados Unidos, las venden otro montón de países que hacen su zafra en la carne de muchos inocentes (...) y de muchos culpables", reflexiona Muñiz, nacido en La Habana en 1949.
"Haría falta un poco más de conciencia. Estamos más preocupados por la energía limpia, por no fumar en los locales… y ya no te vas a morir de fumar: [ahora] te matan de una bala que no tenía por qué haber existido. No tiene por qué haber una economía mundial basada en la venta de armas", observa.
Barbarito Torres, otra leyenda de la música afroantillana, coincide con él. Y aunque el tema central es Buena Vista Social Club —agrupación que contribuyó a internacionalizar y revivir el son cubano en la década de 1990 en prácticamente cualquier latitud—, el bloqueo económico y comercial a Cuba es ineludible. Ambos van y vienen de Cuba. Demetrio vive en Madrid, pero cuando no soporta el calor de la capital española regresa a la isla, también cálida, pero llena de brisa. Barbarito, en cambio, reside en La Habana: ha vivido en carne propia los efectos del bloqueo, como los apagones que ha sufrido la sociedad cubana en semanas recientes.
"Estados Unidos es el país más importante del mundo, el que más economía importante tiene. [Pero] no es menos cierto que nos tiene [impuesto] un bloqueo que nos tiene aplastados, que ya es hora de que lo quite, porque es insólito, eso no tiene ningún sentido", sostiene Barbarito, laudista que toca su instrumento hasta de espaldas y también integrante original de Buena Vista Social Club.
"Yo creo que [el bloqueo] es hasta innecesario porque la gente lo está pasando mal", secunda Muñiz.
Y es que, desde el punto de vista de Barbarito, las sanciones económicas de Washington a la mayor isla de las Antillas "están apretando al pueblo", no al Gobierno cubano. De hecho, afirma que el público estadounidense los ama como grupo. "Nos lo han demostrado", señala. “Nosotros no tenemos nada que ver con eso, con lo que piense el Gobierno [de EEUU], con lo que piensen los tarados que están pensando en el bloqueo ese", agrega el músico.
Muñiz recuerda específicamente sus inicios musicales a finales de la década de 1960 y durante toda la de 1970, cuando la música cubana florecía y las academias y los barrios eran auténticas colmenas artísticas, con sitios emblemáticos como el cabaret Tropicana —referencia obligada del mapa musical latinoamericano— o agrupaciones de jazz cubano como Irakere.
Eran, reconoce, otros tiempos. Porque hoy la situación en Cuba, dice, ha cambiado en lo económico y lo social: "Las dificultades son mayores (...) La vida del cubano no es fácil".
"Yo creo que, a los 75 años, puedo hacer poco, porque mis cálculos y mis planificaciones del futuro son qué voy a hacer mañana (...) Yo no puedo transformarte mi país desde mi opinión, porque mi opinión es la opinión de un músico. Mi convicción es que la gente tiene que vivir bien, que luchar por su vida y que los países tienen que corresponder a las necesidades de sus ciudadanos, pero no solo Cuba: todos", apunta Demetrio Muñiz.
No te pierdas las noticias más importantes
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estosenlaces
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
El acceso al chat ha sido bloqueado por violación de las reglas.
Usted puede volver a participar dentro de∞.
Si no está de acuerdo con el bloqueo, utilice el formulario de contacto>
La discusión ha sido cerrada. Se puede participar en una discusión durante 24 horas después de la publicación de la noticia.