Edmundo González Urrutia en Madrid: claves de la nueva pelea política en España sobre Venezuela
Edmundo González Urrutia en Madrid: claves de la nueva pelea política en España sobre Venezuela
Sputnik Mundo
La oposición española discrepa del estatus del líder opositor venezolano asilado y obtiene del Congreso un apoyo no vinculante para reconocerlo como presidente... 11.09.2024, Sputnik Mundo
La llegada a Madrid, el 8 de septiembre, del candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Edmundo González Urrutia, producto de la concesión de asilo por parte del Gobierno español, ha añadido tensión a la política doméstica del país ibérico, donde las cuestiones en torno a Venezuela a menudo ocupan grandes titulares en los medios.El opositor venezolano aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz a bordo de un avión fletado por las Fuerzas Aéreas Españolas, luego de un acuerdo alcanzado entre los gobiernos de ambos países, cuya negociación contó con la mediación clave del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, un papel puesto en valor por el PSOE y caracterizado de "silencioso". Hasta el momento de su salida, González Urrutia estuvo alojado varias semanas en la embajada de los Países Bajos en Caracas.Pero la llegada de González Urrutia a España ha servido también para atizar los ánimos y las tensiones en la brega política interna. Pese a ser favorable a la concesión de su asilo, el Partido Popular (PP) no está satisfecho con la acción del Gobierno, que desaprueba. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, discrepó de los términos de la concesión. A su juicio, esta debería haberse otorgado luego de reconocer al candidato venezolano como "presidente electo". En términos parecidos se expresó la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que denunció que el Gobierno "se cuelga medallas por traer a España al hombre equivocado". Como resultado de su insatisfacción, el PP resolvió promover una iniciativa parlamentaria para reconocer a Edmundo González. Pero su carácter no es vinculante.El riesgo de un Guaidó 2.0 y las contradiccionesEn conformidad con sus críticas, el 30 de agosto el PP elevó al Congreso de los Diputados una proposición no de ley (PNL) de varios puntos, entre los que constaba reconocer a Edmundo González Urrutia "como presidente electo y legítimo de Venezuela". El texto se ha votado el 11 de septiembre en sesión plenaria, después de ser discutido en la cámara en la víspera. Ha cosechado los votos a favor de PP y Vox, a los que se han unido los de los nacionalistas vascos del PNV y los de los regionalistas canarios y navarros de Coalición Canaria y UPN, respectivamente. Son 177 votos, una mayoría absoluta en la cámara. No obstante, las PNL carecen del rango de ley y su vigor legal no va más allá que el de una recomendación, por lo que el Ejecutivo no está obligado a asumir su cumplimiento. No era previsible que el PSOE pudiera acabar votando a favor de reconocer a Edmundo González, dado el riesgo de repetir una vía estéril, como ocurrió con Juan Guaidó. "No podemos generar expectativas falsas", manifestó la diputada socialista Cristina Narbona, que confesó que el anterior reconocimiento a Juan Guaidó "no tuvo ninguna utilidad". Pedro Sánchez, de visita oficial en China, prefiere antes acordar una posición común con la UE para tener "margen de mediación" antes de fin de año y acusa al PP de "incongruencia".Entre las formaciones que expresaron su rechazo al reconocimiento, figuran Sumar (el socio de coalición de los socialistas), los independentistas catalanes de ERC, los soberanistas vascos de EH Bildu, los nacionalistas gallegos del BNG y Podemos. Estos últimos, además, se posicionaron de inicio en contra de la concesión del asilo, al que vinculan un agravio comparativo. En similares términos se expresó la secretaria general del partido, Ione Belarra, que criticó la "prisa" del Gobierno "progresista" en dar asilo al "opositor venezolano ultraderechista".A lo largo del verano, las autoridades españolas han denegado las solicitudes de asilo formuladas por varios activistas saharauis llegados a los aeropuertos del país, pese a ser personas sometidas a detenciones arbitrarias y torturas por las fuerzas de seguridad marroquíes en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Es decir, aquí cabe también preguntarse por la diferencia de prestancia y celeridad, según se trate de opositores venezolanos o saharauis."El Sáhara Occidental, mal que nos pese, no le importa ya a nadie. Y la actitud de la izquierda es reactiva y a la defensiva. Asilar a opositores venezolanos no le da la iniciativa al Gobierno, solo le sirve para contrarrestar las embestidas de la derecha", precisa a Sputnik el politólogo Víctor Prieto, que añade que la cuestión saharaui, al ser un tema "mucho más espinoso" y con grandes implicaciones, "está totalmente supeditada a la relación con Marruecos".Lucha partidista contradictoriaEl PSOE se defiende de las críticas del PP argumentando que fue el mismo Edmundo González quien solicitó el asilo en España luego de ser requerido por la justicia venezolana. Antes de su concesión, el 13 de agosto, la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, incluso afirmó que Pedro Sánchez y su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, operaban "en connivencia" con el Gobierno de Venezuela.Tales acusaciones, seguidas de una crítica hacia el asilo, aun cuando dirigentes territoriales del PP, como la madrileña Isabel Díaz Ayuso, abogaron ya a principios de septiembre para que España abriera las puertas de su embajada en Caracas a González Urrutia, ¿pueden entrañar una actitud contradictoria del Partido Popular?Para el politólogo Víctor Prieto, el Gobierno de Pedro Sánchez ha desmontado el eje de crítica de PP y Vox en este vector de la política exterior. "Con este asilo, el Gobierno cubre uno de los flancos de ataque habitual de la derecha, que ha tratado de sacar tajada de una supuesta connivencia de la coalición progresista", explica.Al respecto de la capital española como destino ulterior de políticos opositores venezolanos, cabe recordar que, tras huir de Venezuela, ya se instalaron en ella el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma (en 2017) y el líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López (en 2020), al que Caracas quiso extraditar a Venezuela en 2021.Con la llegada ahora de Edmundo González, cabe entender que "la UE activará sus medidas para hacer injerencismo", estima Garzón. "Pero creo que no les va a funcionar, ya se vio con la mala estrategia que se llevó a cabo con Juan Guaidó", repone, mientras recuerda que en 2019 "Sánchez ya pidió la renuncia de Maduro".Contra ZapateroLa figura del expresidente español es particularmente criticada por la derecha española, la cual suele vincularlo con el Grupo de Puebla y recrimina sus esfuerzos de los últimos años por rebajar las tensiones con Caracas. Precisamente en la PNL presentada al Congreso, el PP afea su labor en Venezuela, tanto de interlocutor con el Gobierno de Maduro como de observador internacional en el proceso electoral."El silencio del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que asistió a las elecciones como presunto observador, es un claro ejemplo de esta inaceptable falta de compromiso con la verdad y la justicia", reza en la PNL, donde se le acusa de mantener un "apoyo explícito" al Gobierno venezolano en virtud de una "afinidad ideológica".En un comunicado, la Fundación FAES, laboratorio de ideas del PP presidido por el expresidente José María Aznar, se mostró aún más categórica, al escribir que, en la gestión del asilo, fue "imprescindible la complicidad del Gobierno español, impulsado por José Luis Rodríguez Zapatero", al que critica con dureza.A la luz de tales afirmaciones y del tono áspero contra la persona de Zapatero, era improbable que el PSOE pudiera apoyar la PNL presentada por el PP, máxime cuando en la víspera de la votación quedó ya claro que el texto podía quedar aprobado sin los votos de los socialistas."La figura de Zapatero ha servido en estos últimos años para estirar el relato de la anterior legislatura sobre las relaciones de Podemos con Maduro. Un relato burdo, pero fructífero en términos de la opinión pública y de la guerra mediático-cultural", afirma Víctor Prieto, que lamenta que el otrora aprovechamiento de los lazos histórico-culturales de España "para tender puentes entre la UE y América Latina", todo un papel "de intermediación", hoy haya "mutado en material bélico de una guerra cultural sin mediaciones posibles"."Zapatero lo logra porque dialoga tanto con el Gobierno como la oposición, a la que aborda para evitar que digan que él está en connivencia con Maduro", señala Garzón. "Y también por los conflictos que mantiene con el mismo PSOE, porque Sánchez ha calificado a Edmundo González de 'héroe'".Garzón niega la categoría de 'héroe' que Sánchez atribuye a González Urrutia. "Las elecciones fueron el 28 de julio. El día 29 el CNE publicó el primer boletín de resultados. Edmundo no lo aceptó, dijo tener actas en su poder que demostraban otro resultado, pero nunca las presentó. Ese mismo día se refugió en la embajada de Países Bajos. Su estrategia era clara: hacer ruido para no reconocer el resultado electoral", explica.En su análisis, este sociólogo expone que en el "intento de desestabilización y desprestigio del sistema electoral venezolano", González Urrutia y María Corina Machado escenificaron un modus operandi muy similar al desplegado por Donald Trump y Jair Bolsonaro en sus países.
🌍 europa, 🌎 américa, política, nicolás maduro, josé luis rodríguez zapatero, pedro sánchez, venezuela, españa, madrid, partido socialista obrero español (psoe), torrejón de ardoz (base militar), maría corina machado, asilo político, alberto núñez feijóo, 💬 opinión y análisis
🌍 europa, 🌎 américa, política, nicolás maduro, josé luis rodríguez zapatero, pedro sánchez, venezuela, españa, madrid, partido socialista obrero español (psoe), torrejón de ardoz (base militar), maría corina machado, asilo político, alberto núñez feijóo, 💬 opinión y análisis
Edmundo González Urrutia en Madrid: claves de la nueva pelea política en España sobre Venezuela
La oposición española discrepa del estatus del líder opositor venezolano asilado y obtiene del Congreso un apoyo no vinculante para reconocerlo como presidente electo de su país. ¿Se está gestando un Guaidó 2.0? Con el asilo, Pedro Sánchez desarmó la afirmación del PP de estar "en connivencia" con Caracas, afirman los politólogos consultados.
La llegada a Madrid, el 8 de septiembre, del candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Edmundo González Urrutia, producto de la concesión de asilo por parte del Gobierno español, ha añadido tensión a la política doméstica del país ibérico, donde las cuestiones en torno a Venezuela a menudo ocupan grandes titulares en los medios.
El opositor venezolano aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz a bordo de un avión fletado por las Fuerzas Aéreas Españolas, luego de un acuerdo alcanzado entre los gobiernos de ambos países, cuya negociación contó con la mediación clave del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, un papel puesto en valor por el PSOE y caracterizado de "silencioso". Hasta el momento de su salida, González Urrutia estuvo alojado varias semanas en la embajada de los Países Bajos en Caracas.
Pero la llegada de González Urrutia a España ha servido también para atizar los ánimos y las tensiones en la brega política interna. Pese a ser favorable a la concesión de su asilo, el Partido Popular (PP) no está satisfecho con la acción del Gobierno, que desaprueba. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, discrepó de los términos de la concesión. A su juicio, esta debería haberse otorgado luego de reconocer al candidato venezolano como "presidente electo".
En términos parecidos se expresó la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que denunció que el Gobierno "se cuelga medallas por traer a España al hombre equivocado". Como resultado de su insatisfacción, el PP resolvió promover una iniciativa parlamentaria para reconocer a Edmundo González. Pero su carácter no es vinculante.
El riesgo de un Guaidó 2.0 y las contradicciones
En conformidad con sus críticas, el 30 de agosto el PP elevó al Congreso de los Diputados una proposición no de ley (PNL) de varios puntos, entre los que constaba reconocer a Edmundo González Urrutia "como presidente electo y legítimo de Venezuela".
El texto se ha votado el 11 de septiembre en sesión plenaria, después de ser discutido en la cámara en la víspera. Ha cosechado los votos a favor de PP y Vox, a los que se han unido los de los nacionalistas vascos del PNV y los de los regionalistas canarios y navarros de Coalición Canaria y UPN, respectivamente. Son 177 votos, una mayoría absoluta en la cámara. No obstante, las PNL carecen del rango de ley y su vigor legal no va más allá que el de una recomendación, por lo que el Ejecutivo no está obligado a asumir su cumplimiento.
No era previsible que el PSOE pudiera acabar votando a favor de reconocer a Edmundo González, dado el riesgo de repetir una vía estéril, como ocurrió con Juan Guaidó. "No podemos generar expectativas falsas", manifestó la diputada socialista Cristina Narbona, que confesó que el anterior reconocimiento a Juan Guaidó "no tuvo ninguna utilidad". Pedro Sánchez, de visita oficial en China, prefiere antes acordar una posición común con la UE para tener "margen de mediación" antes de fin de año y acusa al PP de "incongruencia".
Entre las formaciones que expresaron su rechazo al reconocimiento, figuran Sumar (el socio de coalición de los socialistas), los independentistas catalanes de ERC, los soberanistas vascos de EH Bildu, los nacionalistas gallegos del BNG y Podemos. Estos últimos, además, se posicionaron de inicio en contra de la concesión del asilo, al que vinculan un agravio comparativo.
"Once meses manteniendo relaciones diplomáticas, comerciales y el tránsito de armas con el Estado genocida de Israel, pero van corriendo a legitimar a la oposición de extrema derecha más golpista de América Latina", escribió en su perfil de X la exministra y actual eurodiputada Irene Montero.
En similares términos se expresó la secretaria general del partido, Ione Belarra, que criticó la "prisa" del Gobierno "progresista" en dar asilo al "opositor venezolano ultraderechista".
A lo largo del verano, las autoridades españolas han denegado las solicitudes de asilo formuladas por varios activistas saharauis llegados a los aeropuertos del país, pese a ser personas sometidas a detenciones arbitrarias y torturas por las fuerzas de seguridad marroquíes en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Es decir, aquí cabe también preguntarse por la diferencia de prestancia y celeridad, según se trate de opositores venezolanos o saharauis.
"El Sáhara Occidental, mal que nos pese, no le importa ya a nadie. Y la actitud de la izquierda es reactiva y a la defensiva. Asilar a opositores venezolanos no le da la iniciativa al Gobierno, solo le sirve para contrarrestar las embestidas de la derecha", precisa a Sputnik el politólogo Víctor Prieto, que añade que la cuestión saharaui, al ser un tema "mucho más espinoso" y con grandes implicaciones, "está totalmente supeditada a la relación con Marruecos".
Lucha partidista contradictoria
El PSOE se defiende de las críticas del PP argumentando que fue el mismo Edmundo González quien solicitó el asilo en España luego de ser requerido por la justicia venezolana. Antes de su concesión, el 13 de agosto, la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, incluso afirmó que Pedro Sánchez y su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, operaban "en connivencia" con el Gobierno de Venezuela.
Tales acusaciones, seguidas de una crítica hacia el asilo, aun cuando dirigentes territoriales del PP, como la madrileña Isabel Díaz Ayuso, abogaron ya a principios de septiembre para que España abriera las puertas de su embajada en Caracas a González Urrutia, ¿pueden entrañar una actitud contradictoria del Partido Popular?
Para el politólogo Víctor Prieto, el Gobierno de Pedro Sánchez ha desmontado el eje de crítica de PP y Vox en este vector de la política exterior. "Con este asilo, el Gobierno cubre uno de los flancos de ataque habitual de la derecha, que ha tratado de sacar tajada de una supuesta connivencia de la coalición progresista", explica.
"Que España sea el destino final de Edmundo González, no deja de ser algo razonable, dado el papel que viene jugando Madrid como capital de retaguardia de las oligarquías latinoamericanas desde la segunda ola progresista en la región", afirma Prieto.
Al respecto de la capital española como destino ulterior de políticos opositores venezolanos, cabe recordar que, tras huir de Venezuela, ya se instalaron en ella el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma (en 2017) y el líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López (en 2020), al que Caracas quiso extraditar a Venezuela en 2021.
"Madrid es el cobijo de la derecha golpista venezolana", escribe en X el sociólogo Aníbal Garzón. En conversación con Sputnik, Garzón, que estuvo presente en las elecciones presidenciales venezolanas en calidad de observador internacional, afirma que la capital española "es la ciudad donde se organizan las principales medidas de desestabilización contra Venezuela".
Con la llegada ahora de Edmundo González, cabe entender que "la UE activará sus medidas para hacer injerencismo", estima Garzón. "Pero creo que no les va a funcionar, ya se vio con la mala estrategia que se llevó a cabo con Juan Guaidó", repone, mientras recuerda que en 2019 "Sánchez ya pidió la renuncia de Maduro".
Contra Zapatero
La figura del expresidente español es particularmente criticada por la derecha española, la cual suele vincularlo con el Grupo de Puebla y recrimina sus esfuerzos de los últimos años por rebajar las tensiones con Caracas. Precisamente en la PNL presentada al Congreso, el PP afea su labor en Venezuela, tanto de interlocutor con el Gobierno de Maduro como de observador internacional en el proceso electoral.
"El silencio del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que asistió a las elecciones como presunto observador, es un claro ejemplo de esta inaceptable falta de compromiso con la verdad y la justicia", reza en la PNL, donde se le acusa de mantener un "apoyo explícito" al Gobierno venezolano en virtud de una "afinidad ideológica".
En un comunicado, la Fundación FAES, laboratorio de ideas del PP presidido por el expresidente José María Aznar, se mostró aún más categórica, al escribir que, en la gestión del asilo, fue "imprescindible la complicidad del Gobierno español, impulsado por José Luis Rodríguez Zapatero", al que critica con dureza.
A la luz de tales afirmaciones y del tono áspero contra la persona de Zapatero, era improbable que el PSOE pudiera apoyar la PNL presentada por el PP, máxime cuando en la víspera de la votación quedó ya claro que el texto podía quedar aprobado sin los votos de los socialistas.
"La figura de Zapatero ha servido en estos últimos años para estirar el relato de la anterior legislatura sobre las relaciones de Podemos con Maduro. Un relato burdo, pero fructífero en términos de la opinión pública y de la guerra mediático-cultural", afirma Víctor Prieto, que lamenta que el otrora aprovechamiento de los lazos histórico-culturales de España "para tender puentes entre la UE y América Latina", todo un papel "de intermediación", hoy haya "mutado en material bélico de una guerra cultural sin mediaciones posibles".
"Ha actuado como claro mediador en esta situación", asegura por su parte Aníbal Garzón, que considera que González Urrutia "acaba en España y no en Países Bajos por Zapatero".
"Zapatero lo logra porque dialoga tanto con el Gobierno como la oposición, a la que aborda para evitar que digan que él está en connivencia con Maduro", señala Garzón. "Y también por los conflictos que mantiene con el mismo PSOE, porque Sánchez ha calificado a Edmundo González de 'héroe'".
Garzón niega la categoría de 'héroe' que Sánchez atribuye a González Urrutia. "Las elecciones fueron el 28 de julio. El día 29 el CNE publicó el primer boletín de resultados. Edmundo no lo aceptó, dijo tener actas en su poder que demostraban otro resultado, pero nunca las presentó. Ese mismo día se refugió en la embajada de Países Bajos. Su estrategia era clara: hacer ruido para no reconocer el resultado electoral", explica.
En su análisis, este sociólogo expone que en el "intento de desestabilización y desprestigio del sistema electoral venezolano", González Urrutia y María Corina Machado escenificaron un modus operandi muy similar al desplegado por Donald Trump y Jair Bolsonaro en sus países.
"También Milei dijo exactamente lo mismo en caso de perder las elecciones en Argentina. Así que la campaña en Venezuela consistió en hablar del supuesto fraude de Maduro. Pero mientras Trump, Bolsonaro y Milei son etiquetados de ultraderechistas, Edmundo es descrito como demócrata. Esa es la imagen proyectada a Europa", concluye Aníbal Garzón, que añade a su argumento que Machado asistió al Foro de Madrid organizado por Vox.
¡No te pierdas las noticias más importantes!
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estosenlaces.
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
El acceso al chat ha sido bloqueado por violación de las reglas.
Usted puede volver a participar dentro de∞.
Si no está de acuerdo con el bloqueo, utilice el formulario de contacto>
La discusión ha sido cerrada. Se puede participar en una discusión durante 24 horas después de la publicación de la noticia.