Huellas de los braceros de México, la promesa del 'sueño americano' que se volvió pesadilla | Video
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La Biblioteca de México se asume como una pieza en sí misma en la exposición 'Los braceros de la ciudadela', pues este lugar sirvió como centro de reunión de... 06.07.2024, Sputnik Mundo
Este edificio colonial de la Ciudad de México, que hoy forma parte de la Red Nacional de Bibliotecas del país, fue un centro de reclutamiento de miles de trabajadores agrícolas, que entre las décadas de 1940 y 1960 anhelaban trabajar en Estados Unidos, para mejorar su situación económica y la de sus familias.Hasta el año 2000, la Ciudadela, llamada así por tener un aspecto de fortaleza desde su construcción en la época colonial, se mantuvo ya no como un centro de contratación sino como un punto de reunión de los exbraceros y sus familias, quienes dejaron en este lugar el testimonio de lo que para muchos significó una promesa incumplida.Trabajar con los brazos y volver a casa con los brazos caídosLos braceros, como se concibió a los jornaleros que fueron llevados a trabajar las tierras de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial y años posteriores, en medio de una crisis en los mercados laborales de ese país, eran las personas que trabajaban con los brazos.Mientras el programa estuvo vigente, el flujo de migrantes a EEUU estuvo regulado, bajo un patrón de ingreso de hombres solos con documentos y contratos avalados tanto por el Gobierno mexicano como por las autoridades estadounidenses.Bajo este pacto, a los braceros se les prometieron condiciones dignas de vida y de trabajo: saneamiento, alojamiento y alimentación adecuado y una parte de sus salarios, de 30 centavos la hora, destinada a una cuenta de ahorros; sin embargo, para muchos, esto nunca llegó a ser realidad.Mientras los mexicanos cumplían con su parte, reforzar la prosperidad agrícola de EEUU y darle a ese país un superávit a base de mano de obra barata, los Gobiernos respondieron con explotación laboral, violación de los derechos humanos, sueldos bajos, alojamiento inadecuado y prácticas discriminatorias.Muchos de los braceros contratados jamás pudieron cobrar los ahorros de su trabajo que les habían prometido.'Los braceros de la Ciudadela' invita a conocer las múltiples versiones de esta trama, uno de los capítulos que marcó la historia del fenómeno migratorio y que desencadenó el peligroso e ilegal camino que emprendieron millones de personas de México y del resto de los países de América Latina, hacia el 'sueño americano', hasta nuestros días.
La Biblioteca de México se asume como una pieza en sí misma en la exposición 'Los braceros de la ciudadela', pues este lugar sirvió como centro de reunión de cientos de miles de mexicanos que se inscribieron en un programa que les ofrecía trabajo digno en EEUU, pero que terminó, en la mayoría de los casos, por defraudarlos.
Este edificio colonial de la Ciudad de México, que hoy forma parte de la Red Nacional de Bibliotecas del país, fue un centro de reclutamiento de miles de trabajadores agrícolas, que entre las décadas de 1940 y 1960anhelaban trabajar en Estados Unidos, para mejorar su situación económica y la de sus familias.
Hasta el año 2000, la Ciudadela, llamada así por tener un aspecto de fortaleza desde su construcción en la época colonial, se mantuvo ya no como un centro de contratación sino como un punto de reunión de los exbraceros y sus familias, quienes dejaron en este lugar el testimonio de lo que para muchos significó una promesa incumplida.
Trabajar con los brazos y volver a casa con los brazos caídos
Los braceros, como se concibió a los jornaleros que fueron llevados a trabajar las tierras de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial y años posteriores, en medio de una crisis en los mercados laborales de ese país, eran las personas que trabajaban con los brazos.
Mientras el programa estuvo vigente, el flujo de migrantes a EEUU estuvo regulado, bajo un patrón de ingreso de hombres solos con documentos y contratos avalados tanto por el Gobierno mexicano como por las autoridades estadounidenses.
Bajo este pacto, a los braceros se les prometieron condiciones dignas de vida y de trabajo: saneamiento, alojamiento y alimentación adecuado y una parte de sus salarios, de 30 centavos la hora, destinada a una cuenta de ahorros; sin embargo, para muchos, esto nunca llegó a ser realidad.
Mientras los mexicanos cumplían con su parte, reforzar la prosperidad agrícola de EEUU y darle a ese país un superávit a base de mano de obra barata, los Gobiernos respondieron con explotación laboral, violación de los derechos humanos, sueldos bajos, alojamiento inadecuado y prácticas discriminatorias.
Muchos de los braceros contratados jamás pudieron cobrar los ahorros de su trabajo que les habían prometido.
'Los braceros de la Ciudadela' invita a conocer las múltiples versiones de esta trama, uno de los capítulos que marcó la historia del fenómeno migratorio y que desencadenó el peligroso e ilegal camino que emprendieron millones de personas de México y del resto de los países de América Latina, hacia el 'sueño americano', hasta nuestros días.
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